PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Como una experiencia única, que mezcla historia y modernidad, es como los visitantes describen su visita a la Casa Universitaria Cacao y Chocolate o “Cacha Cacao”, al poder disfrutar de un recorrido por salas interactiva, inmersiva y de usos múltiples que les permiten dimensionar la riqueza del producto conocido como alimento de los dioses.
Después de apuntarse en el libro de visitas, que desde su apertura, ya registra más de 500 asistentes, los ciudadanos del municipio de Centro, Jafet Calcáneo de la Cruz y Lariza Madrigal Chablé, disfrutaron de cada una de las áreas.
Iniciaron por el Umbral, luego la Sala Interactiva, que cuenta con proyección de hologramas, realidad aumentada, geolocalización de las haciendas cacaoteras, impresión en 3D, juegos interactivos por medio de pantallas touch, juegos didácticos, proyección de las moléculas de cacao, por la parte exterior de la sala se aprecia la reinterpretación de las raíces del árbol de cacao.
A través de un puente, pasaron a la Sala Inmersiva, para sorprenderse con una experiencia visual, olfativa y táctil, entre imágenes que se sincronizan con cinco olores: tierra mojada, cacao fresco, cacao fermentado, cacao tostado y chocolate.
Durante esta experiencia, tuvieron la oportunidad de degustar productos y como parte de una conexión entre esta última área y la sala de usos múltiples, rodeada de vegetación endémica, la terraza plantea una atmósfera placentera al exterior.
Posterior al recorrido, Jafet Calcáneo de la Cruz y Lariza Madrigal Chablé, reconocieron el esfuerzo de la UJAT, para ofrecer al turismo un espacio atractivo para todo tipo de público, con una buena ubicación en la avenida 27 de Febrero número 1037 en el Centro de la ciudad.
Ambos ciudadanos, manifestaron su emoción por haber recordado pasajes de su infancia, por los productos que elaboraban sus padres y abuelos a base del cacao y el chocolate, como el pozol, otras bebidas y dulces tradicionales.
A pesar de ser alérgica al chocolate desde hace dos años, Lariza Madrigal Chablé recomendó ampliamente visitar Cacha Cacao, porque le permitió volver a sentir el sabor de su dulce favorito, pero sobre todo, porque lo pueden visitar personas con alguna discapacidad y que no pueden trasladarse a las fincas cacaoteras.