Poder y Crítica | Redacción | El actor estadounidense Sylvester Stallone es un claro ejemplo del desencanto del amor, tras cubrir el rostro de su exesposa que tenía plasmado en el brazo con un nuevo tatuaje, la imagen de un perro.
La mejor forma de demostrar el amor es con un tatuaje; incluso, es un método de conquista para algunos. Sin embargo, cuando el cariño termina, la tinta sobre la piel también es un recurso para olvidar.
Esto mismo sucedió con el intérprete de Rambo. Durante 25 años, parecía que Sylvester Stallone y su esposa, Jennifer Flavin, tenían una relación estable, hasta que los documentos de divorcio llegaron y terminaron con su matrimonio.
Según el medio Page Six, para sacar definitivamente del sistema a su pareja, Sylvester Stallone optó por cubrir el rostro de Jennifer que tenía tatuado en la superficie del brazo y hombro, y qué mejor manera de hacerlo que con la imagen de otro ser amado.
Como siempre, el mejor amigo del hombre salió al rescate y el tatuaje de Sylvester Stallone fue cubierto con el retrato de su antiguo perrito de la raza bullmastiff, de nombre Butkus, el cual salió en las primeras películas de Rocky.