Ciudad de México, Domingo 23 Mayo de 2021, poderycrítica.- EDUCACIÓN CON RUMBO (ECR) es un Movimiento Nacional que desde la sociedad civil impulsa la participación de toda la comunidad educativa. Es en este sentido que ante la posibilidad del regreso a clases la primera semana del mes de junio y con el fin de poner sobre la mesa el punto de vista de sectores importantes de los involucrados en este tema, las organizaciones que convergemos en ECR compartimos nuestras consideraciones al respecto.
En la Ley General de Educación en los artículos 18, 94, 95, 113, 130, 133, 134, 141 y 144, se hace referencia a la facultad que tienen las escuelas, los directivos, los maestros y los padres de familia, para organizarse para lograr los mejores aprendizajes para los estudiantes, por lo que apoyados en la norma señalamos que:
Directores y maestros demostraron durante la contingencia que son capaces de hacerse cargo de sus escuelas. Incluso, con pocos recursos tecnológicos los maestros construyeron estrategias que les permitieron impulsar los aprendizajes de sus estudiantes.
Debemos dejar que supervisores, directores y maestros, desde cada una de las realidades de su escuela y desde cada uno de sus alumnos, propongan el modelo híbrido que podrán operar. Éste deberá estar integrado por las condiciones tecnológicas, de mobiliario, espacio y recursos de sanitización disponibles para lograr que los alumnos regresen a clases.
No olvidemos que el regreso será voluntario y paulatino; por lo que cada escuela construirá su horario, sus tiempos, sus espacios, su diagnóstico, su selección de contenidos y su material con el que trabajará.
En consecuencia: DEJEMOS QUE LOS DIRECTORES SE ORGANICEN CON SUS MAESTROS. Eso sí, el Gobierno debe garantizar que los maestros tengan computadoras, equipo de cámaras y conectividad, para que puedan conectarse con sus alumnos cuando el trabajo sea a distancia. También el Gobierno debe de proveer los insumos para que las escuelas cumplan el protocolo sanitario.
En lo que toca a los Padres de Familia, es necesario darles claridad y certeza. El constante cambio de decisiones crea incertidumbre y un clima de inseguridad. Un gran número de padres de familia prefiere terminar el ciclo a distancia. No obstante, hay otro sector al que les gustaría que sus hijos terminaran el ciclo con algunas actividades presenciales en las escuelas.
Para las escuelas que decidan regresar, sería de gran apoyo para las familias que no se exigiera ningún tipo de uniforme u otro gasto no necesario puesto que estamos a término del ciclo. Además, es necesario contar con el Consejo de Participación Social o Consejo de Salud, para poder llevar a cabo los protocolos de salud, así como dar seguimiento a posibles contagios.
Estamos viviendo en un contexto sin precedentes donde las habilidades socioemocionales toman un papel aún más relevante. Un reciente artículo de la UNESCO explica que 90% de los docentes no han sido capacitados en este tema. ¿Por qué los docentes? Porque no se trata solo de trasmitir conocimientos teóricos, implica mucho más, como el manejo de las propias emociones.
Respecto al aprendizaje que compete de manera directa a los maestros, sugerimos: a) evaluar los niveles de aprendizaje de los estudiantes, b) identificar las deficiencias o lagunas preexistentes, c) diseñar programas pertinentes de recuperación o rehabilitación d) fortalecer la educación a distancia y los programas de aprendizaje mixto e) capacitación de maestros.
Hoy para un regreso a clases, es necesario preguntar: ¿Tiene la autoridad federal y la comunidad educativa en su conjunto estas recomendaciones claramente ubicadas para aplicarlas en todas las escuelas señaladas? Si la respuesta es no, entonces ¿estamos preparados para un regreso presencial?
Estamos por un regreso a clases ordenado, estructurado, coordinado entre la autoridad y los directivos, maestros, alumnos y padres de familia, preparados con protocolos y mecanismos para un regreso seguro y del conocimiento de los involucrados.