Villahermosa, Tab, 22 Junio; poderycritica.- El 15 de febrero del 2015, dos años después de su lanzamiento oficial, la Cruzada Nacional contra el Hambre (el programa insignia del presidente Enrique Peña Nieto), dirigido a atender a 7.4 millones de mexicanos en pobreza alimentaria, tuvo su primer tropezón.El 15 de abril, en la sesión ordinaria del senado los legisladores colocaron en sus curules pancartas e instalaron una manta en la tribuna donde se leía “Sedesol: Mapaches del PRI”. Para rematar el senador perredista Alejandro Encinas exhibió un presunto desvío de recursos públicos de programas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por 500 millones de pesos en Veracruz.
A partir de ahí quedó al descubierto la vulnerabilidad a la corrupción de los programa sociales operados por esa dependencia federal en varios estados, entre ellos Tabasco, donde despacha José Rubén Fernández Fernández, ahijado político de Jesús Ali de la Torre, quien pese al presupuesto millonario que maneja de más de 5 mil millones de pesos no ha podido abatir los índices de pobreza en los municipios tabasqueños.
La acusación que pesa sobre el funcionario federal por parte de los diversos actores políticos es que éste ha utilizado los recursos federales con fines políticos para construir la candidatura rumbo al 2018 de Jesús Alí y/o Adrián Hernández Balboa.
Entre las anomalías que se han presentado es que hay personas que no cumplen con la edad y están cobrando, hay gente que están anotados desde hace meses atrás y no les pagan, pero a los que son de su simpatía “sí les bajan los recursos”.
“Están politizando todos los programas de Sedesol, por lo que traemos nombres, de personas que están cobrando y no tienen la edad y otros que ni de la comunidad son, por lo que directamente de Sedesol los nombraron” subrayó.