Mérida, 30 Ago. @Notimex #poderycritica.- La migración internacional de los mayas rompe con la idea preconcebida de que son personas flojas, ya que por el contrario, trabajan hasta dos turnos al día con el objetivo de generar bienestar a sus familias, dijo Ella Quintal Avilés.
Como parte de su ponencia “Etnografía de los Mayas Peninsulares”, la investigadora señaló que parte del fenómeno migratorio que aún viven numerosas comunidades mayas de la región se debe en gran medida a la aplicación tardía del Programa Bracero para esta zona.
Uno de los fenómenos que más no habla del trabajo de los migrantes, es que es mayor frecuencia vemos a jovencitas que celebran su fiesta de 15 años, la cual resulta ser un gran acontecimiento en sus comunidades.
Y es que para ello existe el esmero del padre, de los hermanos o de algún pariente que manda dinero para que esta celebración se realice, como un símbolo de que están trabajando y les va bien, no hay de qué preocuparse, apuntó en el Palacio Cantón como parte de los 75 años del INAH.
“Es como una muestra a la comunidad de que laboran, que no están de vagos y que están conscientes de que tienen responsabilidad económica para con las mujeres de su familia”, reiteró.
También, abundó, vemos grandes casas, sobre todo en la zona sur de Yucatán, donde el flujo de migrantes al extranjero es mayor y es el mismo caso, estos inmuebles son sinónimo de que se tiene un buen trabajo y se gana bien.
Una de la ventajas de la migración, es que muchas personas con la lejanía desean conocer más sobre su cultura y existen procesos en que esta necesidad los hace pensar que han de regresar a sus comunidades y para ello deberán de trabajar más y tener dinero para cumplir con sus objetivos.
Admitió que si bien la migración ha traído consigo fenómenos como violencia y consumo de drogas, también es cierto que estas situaciones son menores en comparación con el número de personas que llegan a Estados Unidos y no tienen uno, sino hasta dos trabajos, duermen poco con la idea de ofrecer mejores oportunidades a su familia.
Sobre la asociación de la cultura y la “movilidad” regional, mencionó que existen muchos jóvenes –principalmente al oriente del estado- que trabajan como taxistas en las zonas turísticas de Quintana Roo y con mucha frecuencia regresan para hablar con sus padres de diversos aspectos de su cultura.
Esto se debe en gran medida a que muchas veces sus clientes son lo que les piden hablar de determinados aspectos de la cultura maya, por ejemplo de sus tradiciones, de sus ceremonias y es por eso, que durante los fines de semana regresan para conocer de estos temas, que para sus padres son cotidianos, concluyó.