PODER Y CRÍTICA | Tres municipios de Quintana Roo cuentan con bancos de “metales raros” cuyos costos exceden hasta tres veces el costo del oro. Sin embargo, ante el desconocimiento de los dueños de los terrenos son explotados, inclusive de manera ilegal, por empresarios extranjeros que no les generan beneficios.
La Confederación Minera de la Zona Sureste de México promueve que su potencialización sea ejecutada por los propietarios de los bancos, informó el coordinador Leonardo Alberto González Huerta, durante su visita a Chetumal.
Aunque la entidad no es minera, dicho órgano ha detectado “metales raros” en los municipios de Felipe Carrillo Puerto, Puerto Morelos y Othón P. Blanco. La extensión de los sitios es imposible de cuantificar pero se estima es amplia. Es posible haya más lugares con esos materiales.
Los materiales denunciados son iridio, radio, yeso, calizas y material pétreo, principalmente, que tras el proceso de industrialización su costo excede el 300 por ciento del valor del oro.
Su explotación es realizada por empresas extranjeras que también le utilizan para especular en la Bolsa de Valores (BV).
Los dividendos obtenidos con lo anterior no benefician a los propietarios de las tierras que poseen “materiales raros”.
“Existen denuncias de metales raros en esos municipios, donde son explotados incluso con documentos falsos… Y también utilizados para especulaciones en la BV”, indicó.
La Confederación Minera Sureste de México pretende que la explotación quede en ellos y verdaderamente obtengan beneficios.
“Queremos que las concesiones ya no queden en manos de extranjeros y en su lugar vincular a los propietarios de los bancos con la Secretaría de Economía (SE) y concesionarios para al menos haya regalías para ellos”, afirmó.
González Huerta indicó que paralelamente promoverán que los ejidatarios acceden créditos, maquinarias y asesoría técnica para incursionar en la minería.
Porque esta actividad genera cadenas productivas y por ende, circulación de capital, señaló.
La Confederación Minera de México cuenta con 111 mil agremiados y su incursión en Quintana Roo, donde hay 270 interesados en adherirse, es para supervisar y asesorar en la explotación de materiales en el proceso de construcción del Tren Maya.
Asimismo, verificar las manifestaciones ambientales garantizar beneficios para los propietarios de los terrenos asentados en la zona de ejecución de la obra.
Su coordinador en Quintana Roo es Jorge Valencia, quien junto con Dayanne Rodríguez, serán los enlaces para las labores expuestas.
Información de Samuel Caamal