PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, está «a un paso» de la libertad: se declarará culpable de un delito grave, a fin de poner fin a años de litigios y controversias en torno a la publicación de documentos clasificados de Estados Unidos en su sitio web.
Assange fue liberado de prisión en Reino Unido hacia el aeropuerto, donde abordará un avión a las Islas Marianas, un Estado Libre Asociado de Estados Unidos ubicado en el Pacífico occidental.
Ahí, comparecerá ante un tribunal donde se declarará culpable de un cargo de asociación delictuosa para obtener y difundir ilegalmente información confidencial de defensa nacional.
De acuerdo con información de la BBC, Assange aceptará una sentencia de 5 años de prisión por los delitos mencionados.
Sin embargo, no iría tras las rejas por el tiempo que ha estado encarcelado en Reino Unido, y por tanto, quedaría libre.
Mientras muchos argumentan que Assange actuó como periodista al exponer delitos cometidos por el ejército de Estados Unidos, los investigadores han sostenido que sus acciones violaron leyes diseñadas para proteger información sensible, comprometiendo así la seguridad nacional.
La declaración de culpabilidad de Assange, que aún debe ser ratificada por un juez, marca el final de una persecución que se ha extendido por varios continentes. Su popular sitio web, WikiLeaks, se convirtió en un bastión para aquellos que buscan transparencia gubernamental, pero también en un enemigo para quienes consideran que sus filtraciones ponen en riesgo la seguridad de naciones.
Tras la declaración y la sentencia, Assange planea regresar a Australia. La audiencia en Saipán, la isla más grande de las Marianas, está programada para el miércoles por la mañana, hora local.
La elección de este lugar se debe a la resistencia de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y a la proximidad del tribunal con Australia, su país de origen.