PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Por motivos de salud, un juez federal concedió anoche a Jesús Murillo Karam la prisión domiciliaria con brazalete electrónico, en el primer proceso penal que le iniciaron por los delitos de tortura, desaparición forzada y contra la administración de la justicia en el Caso Ayotzinapa.
A pesar del fallo, el ex Procurador General de la República no se irá en lo inmediato a su casa de las Lomas de Chapultepec porque está sujeto a la prisión preventiva justificada en un segundo proceso también abierto por delitos relacionados con la desaparición de los 43 normalistas.
El hidalguense continuará internado en la Torre Médica del Penal de Tepepan, donde se encuentra desde el pasado 30 de junio. El traslado a su domicilio sólo será posible cuando consiga un fallo judicial similar, pero en el segundo proceso que tiene en curso.
En una audiencia de más de 7 horas, anoche el juez de control José Rivas González, del Centro de Justicia Penal Federal del Reclusorio Norte, finalmente concedió el cambio de la medida cautelar al ex titular de la PGR, porque estimó que su edad avanzada y sus problemas de salud ya no acreditan el riesgo de fuga.
A pesar de la oposición de la Fiscalía, el juzgador canceló la prisión preventiva justificada y le concedió la prisión domiciliaria en su casa de las Lomas de Chapultepec, aunque con medidas adicionales como la colocación de un brazalete electrónico y la restricción de acercarse a aeropuertos.
De 75 años de edad, el ex funcionario ya fue sometido a una cirugía endarterectomía carotídea de alto riesgo y padece de enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC), obstrucción vascular cerebral e hipertensión.
El juez Rivas González dictó el cambio de medida cautelar en una audiencia que inició ayer a las 17:00 horas y concluyó este jueves a las 00:30 horas.
Con información de Reforma