En días pasados, pudimos ver el desgarrador video donde una señora bañada en llanto, le suplicaba al secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, que le ayudara a localizar a su hija que había sido plagiada (el pan de todos los días en muchos estados), llegando a postrarse ante los pies del funcionario, desesperada ante la posibilidad de perder al fruto de sus entrañas.
Afortunadamente el caso llegó a un feliz desenlace, la chica en cuestión fue rescatada y liberada por fuerzas de la unidad antisecuestro y los delincuentes aprehendidos y puestos tras las rejas, todos felices y el secretario de gobernación es el héroe de la película, pero ¿A quién satisfizo la explicación de la Agencia Criminal de Investigación de la PGR de que tenían ya 4 meses tras la pista de estos secuestradores? Yo creo a que a nadie.
Me parece un tanto burdo querer quitarle mérito a la instrucción dada por el secretario de gobernación en cuanto a la solución de este delito, no porque sea un héroe de la vida real, sino porque demuestra que las autoridades conocen a los secuestradores y solo actúan cuando existe una orden proveniente de un alto funcionario como Osorio Chong, por lo menos esa es la percepción popular y los hechos no parecen desmentirla.
LAS OPORTUNIDADES EN TIEMPO DE CRISIS
El estado de Tabasco está atravesando quizá una de las peores crisis de su historia a raíz de la caída de los precios del petróleo y el desempleo se ha disparado exponencialmente, sin embargo, está aparente fragilidad empresarial puede ser el detonante para poner nuestros huevos en otras canastas, olvidemos por un momento que existe petróleo y papá gobierno, concentrémonos en el sector agropecuario y convirtámoslo en un negocio pujante, aprovechemos la inversión que el gobierno federal está enviando a Tabasco y retomemos ese esplendor que otrora tenía nuestro campo, que los líderes campesinos sean realmente líderes, que verdaderamente vean por el desarrollo de sus gremios, que le hagan propuestas al gobierno estatal y federal para mejorar la comercialización de los productos y quién se beneficie sea el productor, no el coyote. Recuerden, el petróleo se va a terminar algún día, el hambre no.