PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Cada 21 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down, un día que sirve para que las personas conozcan más acerca de los mitos y desafíos que enfrentan aquellos que viven con esta condición.
De esa forma, se busca borrar cualquier idea errónea sobre lo que implica que alguien tenga Síndrome de Down y así poder abrirles oportunidades escolares, laborales, sociales y de relaciones personales.
¿Qué es el Síndrome de Down?
El Síndrome de Down, o trisomía 21, es una afección en la que la persona tiene un cromosoma extra, lo que cambia la forma en que se desarrolla.
Puede haber desafíos mentales como físicos, pero existen diversas herramientas enfocadas a que puedan alcanzar su máximo potencial.
Aun así, uno de los mitos sobre las personas con esta condición es que son ‘niños eternos’, que nunca podrán ser independientes.
«En el mejor de los casos hay como una apuesta de parte de la familia, escuela y sociedad a que logren una mayor autonomía», apunta la psicomotricista Graciela Oliveto, directora de Encuentro A.C. y Casa CAI, que impulsan la inclusión de jóvenes con discapacidad intelectual.
«Pero en muchos casos es limitada esa creencia de que ellos pueden, entonces empieza a aparecer la sobreprotección».
Y cuando aparece la sobreprotección, ahonda, la persona empieza a ser invisible, pues en realidad son los otros los que deciden si puede o no.
Le ha tocado escuchar múltiples veces que los hijos expresan el deseo de casarse, a lo que los padres responden: «Tú te vas a quedar con mamá y papá por siempre».
O también ocurre que se les dice que sí a lo que desean hacer, pero -a diferencia de otras personas-, no se les impulsa ni se les apoya.
«Creo que la principal barrera de las personas con Síndrome de Down es el desconocimiento», apunta Gabriela Elizondo, cofundadora de Familia Down Up, iniciativa que busca ser una red de apoyo para quienes viven con este síndrome, sus familias y círculo de atención.
La madre de un niño de 7 años con esta condición recuerda que la falta de información los llevó a pensar tantas cosas equivocadas, como que no podría caminar.
Poco a poco fueron entendiendo que el menor tiene anhelos y capacidades como cualquier persona, y quizá requiere un poco más de ayuda, pero puede lograrlo.
«Todo el trabajo que hacemos es para lograr que él sea independiente», afirma la madre, «que él pueda vivir como él quiera, estudiar lo más que él pueda, trabajar en lo que le apasiona, vivir una vida plena».
Las personas con Síndrome de Down tienen derecho a una participación significativa en la sociedad y a tomar sus propias decisiones en temas de su interés.
Más sobre el Día Mundial del Síndrome de Down: https://t.co/WnwrGT1m98 pic.twitter.com/82lZEwxX6V
— Naciones Unidas (@ONU_es) March 21, 2024