PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Nuevos detalles han surgido sobre el intento de asesinato contra el expresidente Donald Trump durante un mitin en Pensilvania, revelando la rápida respuesta de la policía local antes de que los disparos se escucharan.
Según funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, poco antes del ataque, manifestantes alertaron a la policía sobre un hombre armado que subía al techo de un edificio cercano. Un policía local ascendió al tejado y se encontró cara a cara con Thomas Matthew Crooks, de 20 años, quien apuntaba hacia abajo con un fusil.
El agente se retiró hacia la escalera y en ese momento Crooks abrió fuego contra Trump. Fue entonces cuando francotiradores del Servicio Secreto respondieron disparándole al atacante, neutralizándolo en cuestión de segundos, informaron los funcionarios.
Además, se encontraron materiales para fabricar bombas dentro del vehículo de Crooks y en su residencia, descritos como dispositivos «rudimentarios» por las autoridades. El fusil utilizado en el ataque fue adquirido legalmente por su padre hace al menos seis meses, según los investigadores, quienes continúan indagando cómo Crooks accedió al arma y otros detalles relevantes.
El FBI ha confirmado que Crooks actuó solo y que el incidente está siendo investigado como un intento de asesinato y un acto de terrorismo doméstico. Hasta el momento, no se había identificado al joven como una amenaza previa para las autoridades federales.
El tiroteo ha generado un profundo impacto en la política estadounidense y ha impulsado llamados a la unidad nacional por parte de líderes políticos de ambos partidos, subrayando la importancia de mantener la calma y la seguridad durante estos tiempos de intensa división política.
El expresidente Trump, quien resultó herido durante el ataque, ha expresado su determinación de seguir adelante con sus compromisos políticos, mientras que el presidente Biden ha instado a los estadounidenses a resolver sus diferencias en las urnas y no con violencia.
Este incidente ha puesto de relieve la necesidad de reevaluar los protocolos de seguridad en eventos políticos y ha reafirmado el compromiso del país con la protección de sus líderes y la preservación de la democracia.