PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | El presidente estadounidense, Joe Biden, ha manifestado su disposición a enfrentarse nuevamente en debate con el exmandatario y candidato presidencial republicano, Donald Trump, programado para septiembre. Sin embargo, Biden rechazó la propuesta de enfrentarse antes, como lo había sugerido Trump.
En una entrevista concedida a Lester Holt para NBC News, Biden calificó el debate del 27 de junio pasado como una «muy mala noche» que no planea repetir. El presidente expresó su frustración por lo que describió como numerosas falsedades pronunciadas por Trump durante el debate: «¿Por qué no hablan de las entre 18 y 28 mentiras que dijo? Veintiocho veces, está confirmado, mintió en el debate. Yo tuve una mala, mala noche. No me sentía bien. Y lo arruiné», afirmó Biden.
A pesar de reconocer las críticas sobre su edad, Biden defendió su capacidad y experiencia: «Llevo mucho tiempo haciendo esto. La idea de que soy el viejo, lo soy. Pero sólo soy tres años mayor que Trump, número uno. Y número dos, mi agudeza mental ha sido bastante buena. En tres años y medio he hecho más que cualquier presidente en mucho, mucho tiempo. Así que estoy dispuesto a ser juzgado por eso».
Respecto al atentado sufrido por Trump durante su campaña, Biden fue cauto al comentar su posible impacto en la contienda electoral: «No lo sé. Y tú tampoco», respondió a Holt.
El presidente también abordó la seguridad en torno a su propia persona, confiando en el Servicio Secreto a pesar de las críticas por su actuación durante el ataque a Trump: «Me siento seguro con ellos».
Biden admitió haber cometido errores retóricos al mencionar a Trump en términos desafiantes, pero insistió en que sus críticas se centran en las políticas del expresidente: «No estoy por ahí burlándome… como, recuerda la foto de Donald Trump cuando el marido de Nancy Pelosi fue golpeado con el martillo, yendo… hablando de… bromeando sobre ello», afirmó Biden.
La postura firme de Biden ante un nuevo debate con Trump en septiembre refleja su determinación por continuar en la contienda presidencial, destacando su disposición a ser evaluado por sus acciones y logros durante su mandato.
Esta declaración se suma a la tensión política que continúa marcando el panorama electoral de Estados Unidos mientras se acerca la próxima campaña presidencial.