La Habana, Cuba; 21 de marzo; poder&critica.- El presidente Barack Obama llegó el domingo a La Habana, en el mayor gesto diplomático de un líder estadounidense que busca dejar atrás un pasado de enemistad de más de cinco décadas e iniciar una nueva etapa entre Estados Unidos y Cuba.
Obama arribó al aeropuerto internacional José Martí de La Habana 15 meses después de anunciar el deshielo en las relaciones entre su país y Cuba, y se convirtió en el primer presidente en pisar tierra cubana desde 1928, cuando Calvin Coolidge visitó la isla.
El mandatario llegó acompañado de su familia, funcionarios, legisladores y empresarios para una vista de dos días y medio, en la que se encontrará con el presidente cubano Raúl Castro y empresarios, aunque también tiene previsto reunirse con un grupo de disidentes e incluso asistir a un partido de beisbol.
Sus primeras palabras a los cubanos las envío a través de las redes sociales y recurrió a una expresión común en la isla: “¿Que bolá Cuba?”, expresó en español a través de su cuenta de Twitter y luego en inglés escribió que había aterrizado y esperaba reunirse y oír directamente a la gente.
Poco después, en un encuentro con personal de la embajada y sus familias, les dijo: “Es maravilloso estar aquí”.
Para Obama, el viaje es una reafirmación de su visión sobre la política exterior y podría alentar a un cambio generacional en el país isleño. Aunque antes de su llegada, había señales de que la tarea no será fácil.
En el encuentro con el personal de la embajada en un hotel de la capital cubana, Obama dijo que su visita era una “histórica oportunidad para relacionarse con la gente de Cuba”.
Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo relanzando sus relaciones diplomáticas en diciembre del 2014, de camino a la normalización total de sus nexos. En julio del 2015 abrieron sus embajadas.
Obama reconoció que la política de sanciones aplicada contra Cuba no dio los resultados esperados de un cambio en el modelo político y busca con el deshielo fomentar lo que llamó un empoderamiento del pueblo en la isla. Pero Castro advirtió que su gobierno no está dispuesto a realizar reformas políticas.
A lo largo de un año y medio, Obama aprobó cuatro paquetes de medidas para aliviar las sanciones en temas como los permisos para que ciudadanos estadounidenses puedan viajar a Cuba o el uso del dólar por parte de la isla en las transacciones bancarias internacionales, pero hasta ahora, no ha logrado convencer al Congreso de que debe derogar las leyes del embargo.