Chetumal, Q. Roo, jueves 02 de septiembre de 2021, poderycrítica.- Las acciones emprendidas por el presidente municipal de Othón P. Blanco en contra de la manifestación de trabajadores de servicios públicos es una muestra más de la falta de capacidad y de sensibilidad por parte de un alcalde que privilegia el uso de la fuerza pública y de la fiscalía, por encima del diálogo y los acuerdos, afirmó la regidora Mary Hadad. La huelga que ha paralizado la recoja de basura lleva más de 48 horas.
“Es deleznable y una canallada en contra de las y los compañeros trabajadores del municipio que exigen sus derechos, este conflicto tiene motivaciones legítimas, pues sus aspiraciones tienen que ver con sus derechos laborales y derechos humanos, es un movimiento absolutamente legítimo”, reiteró Mary Hadad.
Agregó que un presidente municipal que denuncia penalmente a sus trabajadores por exigir el pago de sus prestaciones es una evidencia más de su incapacidad para gobernar, “un representante popular que elige el uso de la fuerza pública en vez del diálogo y los acuerdos, solo demuestra arrogancia e insensibilidad”, insistió.
“El presidente municipal grita a los cuatro vientos que no hay recursos, pero hace unos días inauguró un caprichito de una fuente de 50 mil pesos en palacio municipal, y hace unos meses destinó casi un millón de pesos para la fuente del Renacimiento que de nuevo ya está toda deteriorada evidenciando la corrupción, o paga 150 mil pesos para que le graben canciones, o paga medio millón de pesos para elaborar un reglamento.
El alcalde despilfarra el dinero en lugar de priorizar y hacer eficiente el gasto público, y todo eso lo hemos denunciado”.
Cabe destacar que desde el pasado lunes al menos mil trabajadores sindicalizados del ayuntamiento de Othón P. Blanco, se manifestaron ante la falta de pago de prestaciones laborales, compensaciones y horas extra, así como de cuotas sindicales por alrededor de siete millones de pesos, lo que afecta servicios como recoja de basura y trabajos de imagen urbana en la capital del estado.
Por Samuel Caamal.