Estados Unidos, 16 marzo; poderycritica.-Un juez federal de Estados Unidos bloqueó ayer temporalmente el nuevo veto migratorio del presidente, Donald Trump, horas antes de su entrada en vigor prevista para hoy.
Trump alertó minutos después de saber que su nuevo veto migratorio también fue bloqueado por la justicia, que llevará esa batalla legal hasta el Tribunal Supremo y que saldrá victorioso.
«Vamos a pelear contra este terrible fallo (el de ayer), vamos a llegar hasta el Tribunal Supremo, vamos a ganar y vamos a mantener seguros a nuestro país y a nuestros ciudadanos”, dijo Trump durante un mitin en Nashville.
La orden del magistrado, Derrick K. Watson, con sede en Honolulu (Hawái), deja por el momento sin efecto la medida con la que Trump pretendía suspender la entrada al país de inmigrantes de seis países de mayoría musulmana y de todos los refugiados.
La decisión de Watson supone un segundo revés legal para el gobierno de Trump, que ya vio como la Justicia bloqueaba a principios de febrero su primer veto.
Tras una breve, pero infructuosa batalla legal, Trump presentó el 6 de marzo una versión revisada del veto, en la que introdujo algunos cambios rebajando el tono de la medida con el convencimiento de que esta vez evitaría el escrutinio judicial.
Sin embargo, Watson optó por volverla a bloquear a instancias de una demanda interpuesta por el fiscal general del estado de Hawái, el demócrata Doug Chin, quien alegó que el nuevo veto es, como el primero, inconstitucional.
La de Watson era una de las tres cortes que estudiaban el futuro de la orden presidencial, con otras dos audiencias pendientes en tribunales de Maryland, y del estado de Washington, este último el mismo que bloqueó el primer veto.
El nuevo veto migratorio suspendía durante 120 días el programa de acogida a refugiados y durante 90 la entrada de ciudadanos procedentes de Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia.
A diferencia de la primera orden, la medida dejaba fuera a los ciudadanos de Irak y modifica la provisión sobre los refugiados sirios, que tendrán prohibida su entrada al país durante 120 días y no de manera indefinida, como establecía el veto original.
La decisión del juez Watson impide que el decreto entre en vigor, al menos por ahora. Hawái había solicitado una orden de prohibición temporal.
Hawái también argumentó que la restricción evitaría que los residentes reciban visitas de familiares provenientes de los seis países que abarca el decreto. El estado agregó que las restricciones afectarían su industria turística y la posibilidad de reclutar a estudiantes y trabajadores extranjeros.
En Maryland, los abogados dijeron a un juez federal que la medida sigue discriminando contra los musulmanes. Los abogados del gobierno afirmaron que el decreto fue revisado considerablemente a fin de abordar asuntos legales, entre ellos la supresión de una exención para minorías religiosas de los países afectados.
«No dice nada sobre religión. No resalta ninguna distinción religiosa”, indicó Jeffrey Wall, quien argumentó a favor del Departamento de Justicia».
Los abogados de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y otras organizaciones aseguraron que las declaraciones de Trump durante su campaña y las declaraciones de sus asesores desde que asumió la Presidencia dejan claro que la intención de las restricciones migratorias es impedir el ingreso de musulmanes.
LISTO EL PROYECTO PRESUPUESTAL; IMPULSA A LAS FUERZAS MILITARES
El presidente Donald Trump finalizó su primer presupuesto para el gobierno federal, un esbozo que incluiría fuertes recortes a la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) y a otros programas nacionales al tiempo que aumentaría considerablemente el gasto en las fuerzas militares.
Se espera que el presupuesto, que será entregado hoy al Congreso, cause un lío político entre republicanos y demócratas, que tendrán la última palabra respecto al gasto en el arduo proceso presupuestal.
Trump se comprometió a tener un plan de gasto que le permita cumplir sus promesas de campaña de impulsar la seguridad nacional a través de un mayor gasto en defensa y de la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México. Si bien ha asegurado que México pagaría por el muro, los contribuyentes estadunidenses cubrirán los gastos del proyecto.
Los republicanos se han quejado sobre los planes preliminares, que incluyen la eliminación del Programa de Subvenciones en Bloque para el Desarrollo Comunitario de 3,000 millones de dólares, un fondo popular entre funcionarios republicanos de gobiernos municipales; un recorte de 25% a la EPA y la desaparición de 3,000 empleos; así como la cancelación, prácticamente, de un programa de 300 millones de dólares anuales para limpiar los grandes lagos. El plan de Trump de eliminar las subvenciones en bloque para el desarrollo comunitario fue desestimado en el Capitolio.
FISCAL SESSIONS NIEGA ESPIONAJE
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, aseguró ayer que nunca dijo al presidente, Donald Trump, que su antecesor, Barack Obama, hubiera ordenado grabar sus conversaciones en su Torre de Manhattan (Nueva York) durante la campaña presidencial.
Por la noche en una entrevista con la cadena Fox, el presidente Trump defendió su acusación contra Obama al señalar que “pinchar un teléfono abarca muchas cosas”.
“Creo que usted va a ver algunas cosas muy interesantes que van a pasar a un primer plano en las próximas dos semanas”, afirmó el Presidente, sin aportar más detalles.
Se trata de los primeros comentarios públicos que Trump hace desde que el pasado 4 de marzo acusó en la red social Twitter a Obama de “hacer que se ‘pincharan mis teléfonos’ en la Torre Trump”.
El mandatario republicano hizo esas alegaciones, que causaron un gran revuelo, sin aportar prueba alguna. Las declaraciones de Sessions dejan aún más solo a Trump, quien tendrá que defender en solitario las acusaciones que hizo sin pruebas contra Obama en la red social Twitter.
En un tuit publicado a comienzos de mes, el Presidente acusó a Obama de “hacer que se ‘pincharan mis teléfonos’ en la Torre Trump” de Nueva York, donde el empresario vivía y trabajaba durante la campaña electoral de 2016.
“No he hablado con el Presidente de eso, ni con la gente que investiga el caso”, afirmó Sessions en respuesta a preguntas de la prensa durante una visita a Richmond (Virginia) para conversar con la policía local sobre sus esfuerzos para combatir el crimen.
Por su parte, el pasado martes, su portavoz, Sean Spicer, se declaró “muy seguro” de que el Departamento de Justicia aportará pruebas sobre la denuncia de Trump.
Spicer mencionó que existen “informes significativos” sobre la existencia de “técnicas de vigilancia” durante la campaña electoral del año pasado. El Departamento de Justicia pidió el pasado lunes al Congreso un mayor margen de tiempo para aportar pruebas sobre la acusación de Trump contra Obama.
El Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes había dado de plazo hasta el pasado lunes para que el gobierno presentara esas pruebas, pero tras la petición del gobierno lo amplió hasta el 20 de marzo.
Las declaraciones de Trump a la cadena Fox se divulgaron después de que el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, Devin Nunes, afirmara que “no hay pruebas” de las acusaciones del presidente.
El Comité de Inteligencia es el encargado de investigar la presunta injerencia del gobierno ruso en las elecciones presidenciales de noviembre en EU, investigación en la que Trump solicitó que también se incluyeran las supuestas prácticas de escucha ilegal que, según él, efectuó el Ejecutivo de Obama.
Nuevas normas El presidente Trump anunció ayer que su gobierno reevaluará las normas sobre el uso eficiente de combustibles en autos y camiones, lo que revierte estándares ambientales que su predecesor Barack Obama había adoptado y que, según Trump, están ahogando el crecimiento económico. El mandatario reveló su plan durante un discurso en un centro de pruebas automotrices cerca de Detroit, tras conversar sobre el tema durante una mesa redonda del American Center for Mobility, con ejecutivos y trabajadores de la industria automotriz. “Esto va a ser una nueva era para los empleos estadunidenses y la creación de puestos de trabajo”, dijo.