Bogotá, Colombia, 15 diciembre; poderycritica.-El ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, ordenó a las Fuerzas Militares desplegar una intensa ofensiva contra los jefes disidentes de las FARC y sus estructuras en las diferentes regiones del país.
Villegas sostuvo que todos los disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) serán tratados como delincuentes y pierden todos los derechos que contempla el Acuerdo de Paz, firmado entre el gobierno y el grupo disidente el pasado 24 de noviembre.
«Aquellos que se declaren disidencia de las FARC o simplemente que se conviertan en bandidos por la ambición del dinero, del oro o de los dólares, como es el caso del señor (‘Gentil’) ‘Duarte’, ‘Jhon 40’ y sus otros compinches, son objetivos de alto valor», dijo.
La orden fue dada por Villegas a los altos mandos militares, desde el Batallón de Selva número 52, en Carurú, en el departamento de Vaupés, al sur-occidente de Colombia.
Villegas aseguró que la Fuerza Pública desplegará todas sus capacidades para perseguir a los cabecillas y miembros de esas estructuras ilegales.
«Los vamos a perseguir, porque el proceso de paz es serio para quienes estén dentro de él y la Fuerza Pública es poderosa para quienes estén afuera. Entonces, desde esta zona la instrucción queda dada», enfatizó.
Finalmente, el ministro Villegas destacó que entre 2015 y 2016 se registraron casi 500 novedades menos (entre asesinados y heridos) en las filas de las Fuerzas Armadas.
«Tenemos casi 500 novedades menos en nuestra Fuerza Pública en este año comparando con 2015. 500 familias que no tienen un duelo o una tristeza, 500 familias que están completas en comparación con el año pasado», sostuvo.
Y agregó: «estuvimos hace unos días en el Hospital Militar en la sección de soldados heridos en combate. El año pasado eran 40, este año eran dos. Esos dos heridos producen inmensa tristeza, pero el número es 38 menos que el año pasado. Si el proceso de paz no se justifica solamente por eso, que me digan cuál es la justificación».
Esta semana el Estado Mayor Central de las FARC separó de la organización a cinco de sus mandos que se declararon en disidencia con el acuerdo de paz con el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
Estos jefes insurgentes «hasta hace pocos días cumplieron tareas de mando en la organización. Esta decisión está motivada en su conducta reciente que los ha llevado a entrar en contradicción con nuestra línea político-militar», señaló el comunicado.
Hicieron un llamado a los combatientes «que bajo engaño han sido llevados a emprender un camino de aventura sin futuro, para que se aparten de la errada decisión que han tomado sus jefes inmediatos y regresen a las filas de las FARC donde serán acogidos nuevamente por sus camaradas».
Indicaron que estos disidentes se «lanzan por el despeñadero de la ambición personal disfrazando sus innobles propósitos tras fraseología de apariencia revolucionaria».
«Lo que el momento reclama es la más férrea unidad de todos aquellos sectores que desde diferentes visiones nos hemos comprometido a aportar nuestro modesto esfuerzo para que el futuro de nuestra Patria sea de paz con justicia social, democracia y soberanía», subrayó la dirigencia de las FARC.
Al menos ocho mil insurgentes se están movilizando a zonas de concentración para entregar las armas a una misión de las Naciones Unidas, en un plazo no mayor a 150 días, según lo estipulado en el acuerdo de paz.
Los expertos estiman que la disidencia de las FARC puede estar en un 5.0 por ciento del total de la tropa, que se dedicará a actividades del narcotráfico y la minería ilegal, entre otras actividades típicas de la delincuencia común.