México, 15 julio; poderycritica.-La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) señaló que ante el entorno económico externo se espera que la inflación general anual aumente en forma gradual, para cerrar el año por arriba de la meta de 3.0 por ciento.
Destacó que las perspectivas de crecimiento mundial han sido afectadas por la decisión del Reino Unido de salir de la Unión Europea. Apenas el miércoles, Bank of America Merrill Lynch señaló que prevé un un aumento en la inflación en los próximos meses estima que al cierre de 2016 se ubique en 3.3% y 3.4% hacia 2017.
Además, los integrantes de la Junta expusieron que en Estados Unidos, aún cuando el crecimiento económico en el segundo trimestre del año fue superior al de los dos trimestres previos, persiste la debilidad e la inversión y ante la apreciación del dólar no se observa un repunte en las exportaciones.
Alertaron que existe la posibilidad de que la depreciación de la moneda nacional exacerbe la tendencia creciente de la inflación subyacente y afecte la trayectoria de la no subyacente, lo cual podría darse mediante los precios de los energéticos. Esto, aunado al aumento del déficit de la cuenta corriente, propiciarían presiones adicionales sobre el tipo de cambio, y a su vez, afectar el proceso de formación de precios en la economía.
No obstante, según especialistas, los precios al productor ya registran incrementos; en mayo se aceleraron 5% a tasa anual ante el aumento en el costo de los insumos por la paridad del tipo de cambio.
El impacto es más evidente en la industria manufacturera, donde se utiliza un gran contenido de productos importados en su producción. Los precios para los productores de esta industria se elevaron 6.1% a tasa anual en mayo.
De acuerdo con un análisis de la empresa de corretaje financiero SIF ICAP, se viene incubando un coctel peligroso para los precios en los próximos meses, debido a que los costos de las materias primas han repuntado de manera importante y el peso se ha seguido depreciando.
La mayoría de los miembros de la Junta del Banxico coincidió en la necesidad de ajustar la postura de política monetaria y con ello evitar que la depreciación de la moneda nacional observada se traduzca en un desanclaje de las expectativas de inflación en el país.