Río de Janeiro, Brasil; 28 de marzo; poder&crítica.- El expresidente brasileño y ministro nombrado, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró hoy que la mandataria Dilma Rousseff puede conseguir los apoyos suficientes para derrotar la iniciativa de juicio político en el Parlamento.
En una rueda de prensa celebrada ante la prensa internacional en Sao Paulo, Lula dijo que aún cree en las posibilidades del Ejecutivo de sumar al menos 172 votos en la Cámara Baja para frenar el denominado “impeachment” en una eventual votación en las próxima semanas.
El directorio nacional del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el principal miembro de la coalición gubernamental, celebra mañana una reunión crucial en la que probablemente decidirá abandonar el gobierno de Rousseff, lo que agravaría la crisis de la presidenta, que podría perder el apoyo de 69 diputados en la Cámara Baja.
“Creo que sucederá algo como lo que pasó en 2003, cuando gané las elecciones. El gobierno construirá una base parlamentaria con el PMDB (su principal aliado) y tendremos una especie de coalición sin el apoyo de la dirección”, aseguró sin embargo Lula, que sigue sin poder asumir el cargo de ministro de la Casa Civil por decisión judicial.
El exsindicalista, que viajó a Brasilia para tratar de contener la salida del PMDB del Ejecutivo, lo que de confirmarse supondría la antesala del fin del gobierno de Rousseff, también reiteró su inocencia respecto a las investigaciones que le consideran sospechoso de beneficiarse de la trama Petrobras.
“Quiero tener el mismo tratamiento que todo el mundo”, dijo Lula, que opinó que el juez Sergio Moro, que dirige la Operación Lava Jato, “no hizo lo correcto al divulgar” las controvertidas conversaciones entre Lula y Rousseff.
“Es importante saber quién ha robado en Petrobras, pero no es necesario montar estos circos mediáticos, toda esta pirotécnica”, señaló el ex mandatario, en referencia a la filtración a la prensa de información judicial de su caso.
Lula estimó que la oposición y la prensa están tratando de provocar en Brasil un clima como el que se vivió en Venezuela antes del intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez, con el objetivo de deponer a Rousseff.
También opinó que Brasil, que vive una profunda recesión que fue del 3.8 por ciento en 2015, podría aprobar medidas para reducir los impuestos y estimular el consumo doméstico con el objetivo de devolver a la mayor economía de América Latina a la senda del crecimiento.