PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Como dijo Augusto Monterroso: “Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí”; la semana pasada los quintanaorrenses se despertaron y el viejo PRI ahí estaba de la mano con Morena, los que votaron por la Cuarta Transformación lamentablemente vieron que el priista Paul Michell Carrillo de Cáceres estaba perdonado y que llegaba al equipo de la gobernadora Mara Lezama como Secretario de Desarrollo Económico.
El amigo consentido de Roberto Borge, el último alcalde priista de Benito Juarez de 2013 a 2016, el mismo que le arrebató con triquiñuelas las esperanzas a Graciela Saldaña de suceder al perredista Julian Ricalde, ahora está en la nómina de la Cuarta Transformación donde la mas máximas de Andrés Manuel López Obrador de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo se están olvidando.
En el 2021 Mara Lezama siendo la alcaldesa del Ayuntamiento de Benito Juárez señaló que había una red de corrupción durante la administración de Paul Carrillo, descubriendo que se inventaron adeudos a contribuyentes, duplicaron escrituras y fingieron actos jurídicos para despojar de propiedades a varias familias.
La actual Gobernadora informó que desarticuló una probable red de corrupción al interior de la tesorería del Ayuntamiento de Benito Juárez, que operaba desde la administración del su ahora Secretario de Desarrollo, Paul Carrillo y su pandilla se confirmó inventaban adeudos a contribuyentes, duplicaban escrituras y fingía actos jurídicos para despojar de propiedades a las personas afectadas, esta corrupción se concentraba en la Dirección de Ingresos Coordinados de la Tesorería y operó hasta el 2018, período en el que despojaron más de 70 viviendas -especialmente de interés social- 8 de ellas ya recuperadas, 50 en proceso y 15 más, denunciadas dijo en su momento la alcaldesa “Mara” Lezama en el 2021.
La ex presidenta municipal dijo en ese año que, a partir de la denuncia hecha por una persona afectada, su gobierno abrió una investigación a través de la Contraloría: “Estábamos ante lo que podría ser una red de corrupción y complicidad imperdonable que venía de administraciones anteriores, por eso ordené una investigación exhaustiva, una investigación a fondo. Se trataba de un aberrante caso más de despojo de vivienda a la gente que menos tiene (…) mediante trucos, engaños, falsedades y amenazas.
“Se detectaron cientos de casos donde inventando adeudos, duplicando escrituras y fingiendo actos jurídicos, se intentó y -en muchos casos- se logró despojar a las familias de lo más sagrado, de su patrimonio”, expresó.
Como resultado de esa investigación, se frenaron estos actos irregulares, se separó de sus cargos a las personas que podrían estar implicadas, se buscó reintegrar las propiedades a las personas afectadas y se presentó una denuncia ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción, para fincar las responsabilidades penales correspondientes.
En ese entonces la titular de la Contraloría municipal, Reyna Arceo, detalló que se inició un procedimiento administrativo con número de expediente 32/ 2019, a nueve servidores públicos, cinco de ellos con probables responsabilidades por faltas graves y cuatro no graves, por actos cometidos en los trienios 2013-2016 y 2016-2018.
En ese entonces la Contralora estuvo acompañada por la ex secretaría general del ayuntamiento, Flor Ruíz; por el ex sindico hoy magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Heyden Cebada y por el ex asesor, Jorge Aguilar Osorio.
Cebada explicó que, a través de la Dirección de Ingresos Coordinados, se emitían requerimientos de pago por concepto de predial, que podían derivar en la afectación de la propiedad.
Este caso de corrupción y de la intervención de la administración municipal para atajarlo, ocurrió días antes de que el Movimiento de Regeneración Nacional (#Morena), hiciera público el nombre de sus precandidatas y precandidatos a la presidencia municipal en Cancún y otros ayuntamientos en Quintana Roo. En ese entonces Mara Lezama fue una de las aspirantes que se registró para la contienda interna de dicho instituto político, para reelegirse en el cargo que ocupaba desde octubre de 2018 y utilizó el tema de corrupción y tráfico de influencias del priista Paul Carrillo para enarbolar la bandera de la honestidad de la Cuarta Transformación.
En septiembre del 2018 trascendió que Rafael Manuel Ponce Pacheco, ex tesorero, Gabriela Rodríguez Gálvez, ex oficial mayor, y Carmen Leticia Can Marmolejo, ex titular de la Dirección de Egresos, funcionarios de la administración de Paul Carrillo de Cáceres, debían de solventar cerca de 130 millones de pesos y para ello la Auditoría Superior del Estado de Quintana Roo (Aseqroo) inició el procedimiento de responsabilidades resarcitorias.
La administración de Carrillo de Cáceres tuvo tres tipos de auditorías en 2016: Obra Pública, Desempeño y Financiera, esta última tuvo observaciones en las cuales los responsables de solventarlas son los ex funcionarios antes señalados y no el Ayuntamiento, explicó Manuel Palacios Herrera, titular de la Aseqroo.
“Hubo una coordinación con la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y ellos revisaron que el Ayuntamiento cumpliera con las observaciones hechas por la Aseqroo en lo que compete a Obra Pública”, explicó Palacios Herrera.
Cuando era candidato a la presidencia municipal de Benito Juárez por la alianza “Para que Tú ganes Más”, Paul Carrillo, presentó su visión de gobierno en la que destacaban la seguridad, empleo, gobierno y calidad de vida.
Era abanderado del PRI, Panal y PVEM, y ofrecía certeza de una administración pública en la que no se tolerarán irregularidades, particularmente en el aspecto de las finanzas públicas. Se comprometió a encabezar un gobierno de manos limpias, una administración municipal en la que no tendrá cabida la corrupción y habrá castigo para quienes atenten contra los intereses y derechos de los ciudadanos: “Y lo voy a cumplir porque es lo que desean y esperan los habitantes de este municipio”; tan no cumplió, si no que fue una de las administraciones más corruptas, se autorizaron construcciones y se Amalio con desalloradores para detonar la zona sur de Cancún como la avenida Huayacán en la que también se involucro su sucesor, otro distinguido miembro de la ‘Mafia Verde’ que acrecentó su fortuna con la especulación inmobiliaria de la zona sur.
Paul Carrillo decía que además en seguridad pública habría cero tolerancia a policías corruptos y se impulsaría el mejoramiento de la corporación municipal para contar con una corporación digna, de calidad; se rehabilitarán las casetas de vigilancia; su policía fue acusada de estar coludido con el crimen organizado, de brindarle protección a los narcos de Bofill y recibir prebendas de la mafia de traficantes de migrantes que aún operan en el Aeropuerto Internacional de Cancún.
Los millonarios adeudos de Paul Carrillo que al final sumaban cerca de 300 millones de pesos nunca fueron solventados; hoy el nene consentido de Beto Borge fue insaculado, bendecido y perdonado por la Cuarta Transformación y despacha impunemente como Secretario de Economía. El PriMor si existe y los quintanaorrenses lo están viviendo Morena se nutre de los desechos de guerra del PRI, de la peor ralea política local.