Poder y Crítica | Redacción | Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), el ciclón impactó en territorio estadounidense como categoría 3 con vientos sostenidos de 193 km/h. Durante las últimas horas, las lluvias torrenciales y fuertes rachas de viento generaron destrozos en la zona costera y más de medio millón de hogares se encuentra sin electricidad.
Aproximadamente, cancelaron mil 900 vuelos y más de 2 mil fueron cancelados para el jueves, de acuerdo con fuentes especializadas en aeronáuticas.
Incluso el aeropuerto de la turística Miami lucía casi vacío a unas horas de la entrada de Milton por la Bahía de Tampa.
La ciudad de Weston, a escasos minutos de Miami, se volvió en la sede para miles de refugiados de lugares como Naples o Fort Myers, en la zona de la bahía de Tampa.
Los hoteles estaban completamente llenos e incluso anunciaban la posibilidad de que también sufrieran cortes en la electricidad, además de intermitencia en la señal telefónica y satelital.
La zona de la bahía de Tampa tiene una importante población mexicana, primero, avocada en el área de construcción, servicios y turismo en los condados de Sarasota, Manatee y Bradenton, pero también en el área de la agricultura en los condados de Bonita Springs, Napoles e Immokalee.
Hasta el momento sólo se reportó por parte de la policía del condado de San Lucie la muerte de dos personas como resultado, presumiblemente, del impacto del huracán en la zona. Además, varias personas más fueron trasladadas a diversos hospitales.