PUERTO MORELOS | Marcada por tres años de corrupción y nepotismo, Blanca Merari Tziu Muñoz repite en la alcaldía de Puerto Morelos; con la alquimia electoral del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), respaldada por la huestes de Morena, comprando conciencias y corrompiendo el voto es nuevamente Presidenta Municipal; en su toma de posesión aseguró que “Puerto Morelos está listo para dar el siguiente paso y contar una nueva historia, para seguir transformándose con una agenda clara para los siguientes tres años y garantizar bienestar a las próximas generaciones”, a lo que el pueblo respondió en Redes Sociales que “el único bienestar de las próximas generaciones será para sus hijas y para la familia Masegosa Raña”, distinguidos miembros de “El Clan de Puerto Morelos”.
Sin empacho mencionó: “En esta nueva historia cabemos todas y todos, las campañas terminaron y trabajaremos sin distinción de partidos, creencias, género o edades…Conformaremos, con el apoyo de nuestro Cabildo aquí presente, un equipo de gobierno plural, con mujeres y hombres representativos de nuestras comunidades, como la cabecera municipal, Leona Vicario, Central Vallarta y Delirios. Paisanos que conocen y aman profundamente a su tierra y que, como nadie, trabajarán por este bendito lugar porque es su casa que los vio nacer y crecer”.
“Construyendo el futuro de Puerto Morelos no es una expresión vacía ni hueca. Por el contrario, hace mucho sentido si trabajamos juntos, siempre de la mano. Sola no puedo ni podré cumplir las expectativas y el Plan que tenemos para Puerto Morelos”, subrayó e inmediatamente sus gobernados le recordaron, que desde su llegada al gobierno ha sumido a ese municipio en una corrupción galopante encabezada por Abraham Masegosa y sus subalternos, entre ellos su hermano Álvaro, que está al frente del área de compras y adquisiciones, el poder de Masegosa en por sobre todos los funcionarios de primer orden, que no dan un paso sin su autorización.
La riqueza personal que ha acumulado Blanca Merari en los tres años de gobierno, se evidencian por su residencia en Arbolada de Cancún, compra compras de camionetas de lujo y su forma ostentosa de vivir y dilapidar los dineros públicos, todo lo cual ha generado hartazgo social que no pudo el pueblo revertir en las urnas ante la compra masiva de votos a través de tarjetas digitales ideada por el PVEM, no porque el pueblo pidiera que repitiera en la alcaldía.
Blanca Merari se pavonea acompañada de choferes, “guardaespaldas”, fotógrafos, maquillistas, asistentes y un séquito de asistentes que han asaltado en el llamado capítulo mil, que Santos Julián Medina Cab, titular de la Dirección de Recursos Humanos, utiliza para pagar “aviadores” y “asesores”.
Con su ratificación en la Presidencia también Fabian Vallado Fernández, ejemplo de la corrupción del borgismo y quien le financió su anterior campaña seguirá cobrando sus ‘asesorías’ y colocando a empresas para medrar del presupuesto.
En meses recientes se denunció a Blanca Merari por una red de corrupción, de nepotismo que está por toda la nómina del Ayuntamiento, abarca desde la secretaría y direcciones hasta el Cabildo.
Documentos y testimonios de empleados que difundieron sacando a la luz una extensa red de parientes de funcionarios del municipio de Puerto Morelos que han encontrado refugio en la nómina municipal, lo que pone de manifiesto un tejido de corrupción que destaca la participación del secretario particular de Blanca Merari, Abraham Masegosa Raña.
El nepotismo empieza en las propias oficinas de la presidenta municipal, Blanca Merari Tziu Muñoz, quien ha incluyó a su hermana, Nancy Gabriela Tziu Muñoz, en la nómina municipal como Asistente en la Dirección de Ingresos, con un salario bruto mensual de 17,487 pesos.
En ese mismo espacio, el secretario particular y compadre de Blanca Merari, Abraham Masegosa Raña, con un salario bruto mensual de 41,122 pesos, ha logrado insertar a su hermano Álvaro, quien ocupa el cargo de Director de Recursos Materiales y Suministros, percibiendo mensualmente 25,139 pesos y supervisando todas las compras municipales.
Abraham Masegosa Raña ha logrado la contratación de su amigo Santos Julián Medina Cab, quien se desempeña como Director de Recursos Humanos, con un salario mensual de 25,140 pesos, y tiene a sus hermanas también en la nómina: María Oliva Medina Cab, Directora General de Participación Ciudadana, con un salario de 32,985 pesos; Mónica Mariela Medina Cab, Coordinadora Operativa en la Dirección de Ingresos, con un salario de 17,475 pesos.
El nepotismo se extiende y sigue vigente en el área de compras, donde labora Marcelino Chulim Cámara, una persona de confianza de Abraham Masegosa, quien tiene a sus hijos en la nómina: Jordi Jalil Chulim Vargas, Coordinador Municipal de Protección Civil, con un salario bruto mensual de 22,564 pesos. David Israel Chulim Vargas, empleado de Tesorería, con un salario mensual de 17,475 pesos.
En la Secretaría Municipal de Desarrollo Humano, donde el secretario, Marco Antonio Betancourt Canul, ha colocado a prácticamente toda su familia en la nómina: Ana Luisa Betancourt Canul, Directora General de Desarrollo Social, ex regidora, con un salario bruto de 32,985 pesos; Mara Surlema Betancourt Pech, Directora de Organización Comunitaria, con un salario de 25,140 pesos; Jairo Elian Botes Betancourt, Director de Turismo Social y Comunitario, con un salario bruto mensual de 25,140 pesos; Laydy Soralla Betancourt Canul, Coordinadora Administrativa, con un salario de 19,683 pesos; Carlos Armin Betancourt Canul, Coordinador General, con un salario de 17,475 pesos; Víctor Betancourt Canul, Asistente Administrativo en la Dirección General de Cultura y las Artes, con un salario bruto mensual de 19,683 pesos.
También se ha detectado nepotismo en la Secretaría Municipal de Desarrollo Humano, donde Mario Humberto Alvarado Villareal ocupa el cargo de Director General de Educación, con un salario de 32,985 pesos, y tiene a dos hijos trabajando: Yamili Rubí Alvarado Crespo, con un salario de 22,564 pesos, trabaja en la Coordinación de Asesores, dependiente de la Presidenta Municipal y además es presidente municipal suplente; Pablo Nicolás Alvarado Crespo, empleado de la Secretaría de Desarrollo Social, con un salario de 22,564 pesos.
En la Dirección de Fiscalización del Municipio, donde el director, Antonio Domínguez Olán, con un salario de 25,139 pesos, tiene a su hijo, Félix Antonio Domínguez Chacón, como Auxiliar administrativo, con un salario de 12,390 pesos. Félix Antonio Domínguez Chacón está casado con Juana María Chacón, quien tiene un salario de 17,487 pesos y trabajó como regidora y Secretaria de Desarrollo Social en la administración anterior.
La familia también está presente en la Dirección General de Movilidad, donde el director, Manuel Dionisio Rodríguez Acosta, con un salario de 32,985 pesos, tiene a su hija, Aimé Regina Rodríguez Vivas, como directora de Juventud del Ayuntamiento, con un salario de 32,985 pesos. Además, la esposa de Rodríguez Acosta, Romina Patricia Águila, con un salario de 22,564 pesos, trabaja en la Dirección de Archivo Municipal.
Esa denuncian indignaron al pueblo de Puerto Morelos, sobre todo en la clase trabajadora quien refutaron los altos sueldos de los familiares y recomendados de funcionarios, así como por el flagrante nepotismo.
En el Capítulo 1000, dedicado a «Servicios Personales», el ayuntamiento destinó la asombrosa suma de 300 millones 678 mil 995 pesos en 2022. Esto es un contraste abismal con los magros 45 millones 734 mil 198 pesos canalizados a obras públicas. Además, en otros rubros de gastos operativos, se asignaron 117 millones 713 mil 265 pesos para «Servicios Generales» (Capítulo 3000) y 47 millones 455 mil 621 pesos para «Materiales y Suministros» (Capítulo 2000).
Con las nuevas ratificaciones y los ajustes que empezó hacer Abraham Masegosa, las cosas seguirán igual con tendencia a peor, pues “El Clan de Puerto Morelos” encabezado por los hermanos Masegosa Raña seguirán saqueando el erario público, ya tienen los nuevos ajustes de los “Capítulos”, y alistan nuevas empresas de servicios. Álvaro Masegosa ya es un prominente empresario ganadero y criador de caballos pura sangre que comercializa desde la colonia Doctores de la Delegación Bonfil en Cancún. A blanca la tienen contenta con camionetas del año, lujos y gastos que sus hijas despilfarran en Puerto Cancún y viajes al extranjero.
“Hay mucha tela” de dónde contarles…