PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Debby, que tocó tierra esta madrugada como huracán cerca de la localidad de Steinhatchee, en la costa noroeste de Florida, se ha debilitado en las últimas horas hasta convertirse en una tormenta tropical, con vientos máximos sostenidos de 110 kilómetros por hora.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos estima que a lo largo de la jornada, Debby, que a primeras horas de hoy tocó tierra como un huracán de categoría 1, de un total de 5 en la escala Saffir-Simpson, continué perdiendo fuerza.
Si bien los vientos del ciclón perderán intensidad, no lo harán sus lluvias ni las inundaciones en Florida y, como se pronostica, también lo haga en Georgia y Carolina del Sur, según el centro meteorológico con sede en Miami.
La agencia federal alerta que hasta el sábado se registrarán hasta 762 milímetros de lluvia en algunas partes del sureste de Georgia, Carolina del Sur y el sureste de Carolina del Norte, cifras inéditas que probablemente producirán «inundaciones catastróficas».
Ello se suma el riesgo de la marejada ciclónica, que en el noroeste de Florida podría aumentar el nivel del mar hasta casi unos dos metros (6 pies) por encima del promedio.