PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | En un devastador ataque ocurrido ayer, fuerzas israelíes bombardearon campamentos de palestinos desplazados al norte de Rafah, provocando la muerte de al menos 25 personas y dejando a otras 50 heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza y equipos de emergencia.
El incidente tuvo lugar en un enclave donde cientos de miles de personas han buscado refugio debido a los intensos combates entre Israel y Hamás. Testigos relatan que el bombardeo alcanzó áreas densamente pobladas, incluyendo cerca de un hospital gestionado por la Cruz Roja, donde las víctimas buscaban protección.
El Comité Internacional de la Cruz Roja condenó el uso de proyectiles cerca de sus instalaciones, subrayando la vulnerabilidad de los civiles en medio del conflicto. Informes preliminares indican que el ataque se produjo fuera de una zona designada como segura por Israel, intensificando la indignación y preocupación internacional por el impacto humanitario de las operaciones militares en Gaza.
Israel, por su parte, justifica sus acciones como respuesta a las operaciones militares de Hamás y alega que intenta minimizar las bajas civiles. Sin embargo, organizaciones humanitarias y la comunidad internacional han expresado profundas preocupaciones por el aumento de la violencia y sus consecuencias para la población civil, instando a un alto el fuego inmediato para permitir la distribución segura de ayuda humanitaria y la atención médica necesaria.