Villahermosa, Tab. 28 Junio; poderycritica.- Con más de dos horas de retraso dio comienzo el homenaje a los policías Ricardo Broca Quiroz y Ezequiel Vicente López caídos ayer mientras hacían su rondín en las colonia Villa Las Flores, el cual estaba programado para las 09:00 horas.
Los ataúdes color caoba arribaron en dos carrozas fúnebres hasta la explanada de la SSP para rendirles una guardia de honor por parte de sus compañeros, familiares y amigos.
Durante el servicio familiares exigieron al general Audomaro Martínez Zapata garantías para las viudas y los huérfanos de los policías, quienes quedaron en el desamparo.
En el homenaje cuentan con la presencia del secretario de Seguridad Pública, el general Audomaro Martínez Zapata, así como del inspector de zona norte Francisco Ricardez, quien dio el discurso de despedida a sus compañeros caídos durante el cumplimiento de su deber.
Ante un centenar de uniformados los ataúdes fueron colocados en la explanada rodeados de flores, donde el general Audomaro y el comisionado Matamoros, de quien se dice podría ser su sucesor, montaron una guardia de honor.
Posteriormente, con sirenas abiertas y aplausos, los cuerpos de los servidores públicos fueron retirados del lugar para ser llevados al cementerio.
ACRIBILLADOS
La madrugada del sábado harían su último rondín. Ayer dos policías estatales fueron ejecutados a balazos cuando se encontraban en un recorrido a pie en la colonia Villa las Flores. Los agresores, que se desplazaban abordo de una motocicleta, despojaron a los uniformados de sus armas, con las cuales presuntamente los ultimaron.
Eran cerca de las 02:30 horas, cuando dos elementos de Seguridad Pública que se encontraban a las afueras de una tienda de conveniencia localizada en las calles Jacinto y Gardenias, fueron sorprendidos, de acuerdo a testigos, por dos presuntos criminales que se desplazaban en moto por el lugar.
Según versión de testigos, los agentes habían llegado hasta el comercio, donde compraron unos refrescos; sin embargo, al llegar a la esquina del inmueble fueron sorprendidos por una persona que arribó a bordo de una motocicleta roja.
Trascendió que los uniformados fueron asesinados con sus propias armas de cargo, mismas que le fueron robadas por el o los agresores, además que el calibre corresponden a las pistolas que portaban.
Los cuerpos de Ricardo Broca Quiroz, quien dejó en la orfandad a tres hijos, y Ezequiel Vicente López, quedaron tirados sobre el estacionamiento con el tiro de gracia en la cabeza. En la escena del crimen se encontraron al menos 10 casquillos percutidos de 9 milímetros.
Ambos policías tenían el mismo número de impactos de arma de fuego, cinco, que se distribuían entre el tórax y la cabeza.