PODER Y CRÍTICA | Desde que el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Lucio Hernández Gutiérrez, confirmó que todos los ayuntamientos de Quintana Roo firmarían el convenio de cooperación para entrar al Gerenciamiento Coordinado de Acciones Policiales (antes Mando Único), para combatir el crimen y la inseguridad en la entidad, muchos alcaldes lo utilizaron para escudarse ante la ola delictiva creciente en sus demarcaciones y culpar al Ejecutivo estatal de los resultados contra a la delincuencia.
También los candidatos a la gubernatura e inclusive algunos aspirantes a diputados locales, externaron que la seguridad en los municipios ha fallado por el “control total” del Gerenciamiento Coordinado, sin embargo, en la práctica quienes tienen la responsabilidad primaria, son los alcaldes y Directores de Seguridad Pública Municipal.
Hay que recordar que el pasado 29 de septiembre de 2021, un día antes de que concluyeran las administraciones municipales, acabó el periodo de validez del convenio de colaboración de la SSP con los ayuntamientos para efecto de la aplicación del Mando Único, por lo que se planteó un nuevo acuerdo de coordinación entre los tres niveles de gobierno.
Lucio Hernández ha comentado que, de los 11 municipios, cuando menos ocho hasta el inicio del Mando Único no contaban con acreditación policial y a la fecha éstos han alcanzado más del 50 por ciento.
“Les hemos mostrado un gran reto que tienen para hacer crecer esta acreditación de los policías y no decaer, porque todos los policías hoy en día, han alcanzado más del 50 por ciento de acreditación, hay algunas que están al 92 por ciento”, dijo recientemente.
El secretario aclaró que era necesario replantear la estrategia del mando único, de acuerdo con las necesidades que van enfrentando en el tema de seguridad. Refirió que, para empezar la estrategia de Gerenciamiento Coordinado de Acciones Policiales, el Mando Único se replantea desde el nombre.
“Los convenios los hicimos llegar bajo el nombre de Gerenciamiento Coordinado de Acciones Policiales, cuyo contenido es trabajar coordinadamente con los mismos fines, con la misma estrategia y persiguiendo las mismas metas, que son: acercar a la ciudadanía la paz y la tranquilidad que tanto merecen y tanto exigen”, refirió el secretario.
Hernández Gutiérrez aclaró que, en el caso de Tulum, paralelo al convenio de Mando Único se hacían convenios de comodato a través de lo cual se facilitaba el equipamiento como patrullas y radios a los municipios para el fortalecimiento de capacidades policiales, por lo que, al concluir el periodo de validez de los convenios, se tuvo que notificar al nuevo presidente la conclusión de los mismos para buscar su renovación.
“Lo que sucedió es que se notificó la conclusión del convenio de comodato anterior, y por lo tanto se hacían la necesidad de poder firmar convenios para seguir disponiendo de todo el equipamiento y darles esa continuidad, nunca hemos dejado desprotegido a algún municipio”, puntualizó.
A través del Mando Único Policial se busca prevenir y reducir la incidencia delictiva, establecer un programa específico para evaluar a los elementos policiales preventivos y de tránsito; implementar una mesa de inteligencia policial que sesiona periódicamente; así como presentar estadísticas trimestrales, mensuales y semanales de la comisión de ilícitos.
SE LAVAN LAS MANOS
Quintana Roo en general está sufriendo una ola de violencia a consecuencia de los reacomodos de “plaza” del crimen organizado, pero mucho tiene que ver la pasividad con la que los cuerpos policiacos municipales responden a un llamado de auxilio o de un hecho violento, por eso la ciudadanía acusa la colusión de los municipales con los cárteles de la droga.
Tan solo el 4 de noviembre pasado, un comando armado mató a dos personas e hirió a un turista en la zona hotelera de Puerto Morelos; la balacera con armas largas entre presuntos narcomenudistas fue a plena luz del día y en medio de una playa llena de personas, quienes se escondieron en hoteles cercanos como el Hyatt Ziva Riviera.
No es un hecho aislado: los homicidios en Quintana Roo pasaron de 145 en 2015, a 628 en 2020. En octubre, una balacera en Tulum dejó como saldo la muerte de una turista alemana y otra india. En el municipio de Benito Juárez, cuya cabecera es Cancún, el delito de narcomenudeo pasó de 253 registros en 2020 a 1840 en lo que va del 2022.
Resulta incomprensible que el actual gobierno federal diga que busca incentivar el turismo en la zona mediante dos de sus proyectos estrella, el Tren Maya y el aeropuerto internacional de Tulum, mientras permite que avance la descomposición en temas de seguridad y económicos.
El tema de la seguridad pública municipal no solo afecta la calidad de vida de miles de quintanarroenses, sino también a las finanzas nacionales y el turismo. Las autoridades no pueden permitirse perder esa zona.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho sobre el Tren maya que será “para que quienes nos visitan de otras latitudes y llegan a Cancún, que son como 15 o 17 millones de turistas extranjeros que se quedan solo en el norte de Quintana Roo, puedan internarse en el sureste con toda esta gran riqueza cultura, artística y arqueológica única en el mundo”.
El turismo aporta a México 8.7% del Producto Interno Bruto (PIB) y Quintana Roo es la gran estrella: tres cuartas partes de su economía están relacionadas con él y en las playas de la Riviera Maya, Cancún y Tulum, la noche de hotel llega a costar igual o más que en playas de Grecia, Croacia o Francia. Pero la pandemia de COVID-19 prácticamente paralizó la zona en 2020 y el PIB estatal se desplomó 24.2%, tres veces más que la economía del país. Hoy que la zona finalmente empieza a retomar su ritmo, la inseguridad creciente la sigue golpeando.
Pero los presidentes municipales constantemente responden ante un hecho delictivo que la idea de que los municipios dependieran de las policías estatales y de las acciones implementadas desde la Federación les reducía las capacidades a las policías municipales, la excusa perfecta para lavarse las manos de los hechos violentos, donde en mucho de los casos están coludidos.
Y LOS CANDIDATOS DICEN…
El sábado último, los candidatos a la gubernatura debatieron ideas y propuestas, una de las preguntas de la ciudadanía fue:
En caso de que el voto le favorezca, ¿Continuará con el esquema de Mando Único o le devolverá la facultad de seguridad a los municipios? ¿Por qué?
La candidata Mara Lezama del PVEM-Morena-PT-FXM respondió: «Proponemos fortalecer la capacidad de las policías de proximidad, realizando una estrategia diferenciada de prevención de las violencias por municipio, en coordinación con las autoridades municipales. La crisis de inseguridad que hoy vive Quintana Roo nos obliga a consolidar los esfuerzos de la Policía Estatal, fortalecer sus capacidades de investigación y a trabajar en el fortalecimiento de vinculación territorial, recuperando la confianza de la gente, para que en poco tiempo existan condiciones para implementar un modelo mixto en donde se articulen las atribuciones municipales y estatales para tener capacidad de respuesta en contención del crimen y prevención de violencias».
Por su parte Laura Fernández Piña del PRD-PAN indicó: «Los municipios no han perdido la facultad, a pesar del mando único. No sé si vaya a haber el mando único, pero que debe de haber una coordinación y una estrategia en conjunto, la tiene que haber».
El aspirante de Movimiento Ciudadano, José Luis Pech aseguró: «Los municipios, por ley, tienen la facultad de la seguridad y deben ser responsables de la seguridad y habrá que hacer un trabajo coordinado, no solamente con el Municipio, también con la Federación. Creo que hay un esfuerzo muy importante de la Guardia Nacional y hay que conjugar esfuerzos de la Policía Estatal y la Municipal; pero platicando permanentemente en las mesas de seguridad, los tres niveles de gobierno vamos a ir resolviendo, es la forma que tenemos para hacerlo, y también vamos a ir evidenciando a aquellos que no quieran participar en la solución del problema».
Para Nivardo Mena Villanueva del MAS dijo: «Creo que esto tendría que conciliarse, conversarlo mucho. Hay partes buenas en el Mando Único y hay otras que de verdad no funcionaron. No es lo mismo promover, llamar a hacer el equipo y después nunca ponerlos en práctica. Creo que es lo que más importa hoy, conciliar con los municipios para que la seguridad se vea, la policía que se vea que están actuando, que se vea que está transitando en lugares de alta peligrosidad. ¡Vamos por eso!».
Y por último Leslie Hendricks del PRI: «Es importante en todas las estrategias de seguridad poder dar continuidad, no estar diseñando una y otra vez, y lo que debemos hacer es fortalecer esta estrategia, obviamente incrementando el grado de confianza entre los diferentes niveles de gobierno y siendo respetuosos del ejercicio presupuestal”
Es decir, con conocimiento de causa y de leyes solo dos candidatos atinaron a decir que los ayuntamientos, los alcaldes son los responsables directos de la seguridad pública municipal: Laura Fernández Piña y José Luis Pech.
Es momento de aclarar y deslindar responsabilidades en materia de seguridad.