Paris, 12 Junio; poderycritica.-La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lamentó hoy la destrucción en un ataque de «una de las joyas más antiguas» de la cultura islámica, el casco antiguo de la ciudad de Saná, Yemen.
A primera hora de este viernes, la zona vieja de Saná, sitio declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad, fue alcanzada por un bombardeo atribuido en principio a la coalición militar liderada por Arabia Saudita contra los rebeldes hutíes, pero ésta rechazó estar implicada. El ataque aéreo causó la muerte de al menos cinco personas y destruyó varios inmuebles, incluido el magnífico complejo de casas tradicionales en el barrio de Al-Qasimi, bordeadas de jardín urbano, cerca del canal de agua Sailah, que datan del siglo XI.
«Estoy profundamente consternada por la pérdida de vidas humanas y por los daños causados a una de las joyas más antiguas del paisaje urbano islámico», sostuvo la directora general de la UNESCO, Irina Bokova, en un comunicado. Dijo sentirse sorprendida por las imágenes de las magníficas casas-torre y jardines reducidos a escombros, destrucción que «sólo exacerbará la situación humanitaria, por lo que llamo a las partes a respetar y proteger el patrimonio cultural en Yemen», enfatizó. Refirió que esta herencia lleva el alma del pueblo yemenita, es símbolo de una historia milenaria de conocimientos y pertenece a toda la humanidad. Este ataque es el primero que golpea directamente la parte vieja de Saná, capital de ese país, desde que comenzó la ofensiva militar aérea contra los rebeldes hutíes, en marzo pasado.
Residentes que atestiguaron el ataque indicaron que la coalición militar liderada por Arabia Saudita era responsable, sin embargo fuentes castreneses negaron los señalamientos, «por supuesto que no realizamos ninguna operación en esa parte de la ciudad», aseveraron. El objetivo de la incursión no estaba claro en medio de declaraciones contradictorias de los residentes acerca de la autoría del ataque y de que los rebeldes habían ocupado las casas afectadas. El casco viejo de Saná, situado en un valle de montaña, ha estado habitado desde hace más de dos mil 500 años y fue un centro importante para la propagación del Islam, ya que cuenta con más de 100 mezquitas, 14 baños públicos y más de seis mil viviendas. Las casas de varios pisos se levantan sobre plantas bajas de piedra, fueron construidas con tapial y ladrillo cocido. Cada edificio está decorado con motivos geométricos de ladrillos cocidos y yeso blanco, inspirado en el arte islámico tradicional.