Chetumal, Q. Roo, Jueves 12 de Agosto de 2021, poderycrítica.- Uno de los ejes rectores para el CCME es sin lugar a dudas: EDUCACIÓN DE CALIDAD para las y los Quintanarroenses, sin embargo creemos que la decisión de regresar a las aulas debe estar fundamentada técnica, médica y profesionalmente. Está de por medio la salud y la vida de las y los niños, adolescentes y jóvenes, así como también del personal docente y administrativo de las escuelas.
En días recientes vimos según una encuesta realizada por “El Financiero”, el 62% de los mexicanos está en desacuerdo con el regreso a clases; por ello debemos entrar en el análisis de lo que es más conveniente para nuestro Estado; sobre todo cuando el país enfrenta una tercera oleada de contagios por la variante Delta del COVID-19.
Por supuesto que para la Sociedad es importante frenar el rezago educativo y el aislamiento que afecta a los niños pero, al mismo tiempo, garantizar su salud, la de sus familias y sus maestros. Adicionalmente debemos considerar otros aspectos como lo son: la cobertura de vacunación y el impacto económico de la pandemia en el sector educativo.
Asimismo la afectación en el proceso de aprendizaje y el debilitamiento de la motivación entre el alumnado son patentes y ponen al sistema educativo en una situación de urgencia. La brecha educativa se ha ampliado entre los estudiantes de escasos recursos y aquellos que cuentan con herramientas a su alcance:
- Los estudiantes con bajos recursos no han podido adquirir dispositivos electrónicos para tomar clases en línea; también existen casos donde en un hogar con varios niños se comparte un solo dispositivo.
- Estudiantes mujeres han tenido que hacerse cargo del cuidado de sus hermanos menores o de atender las labores de casa. Jóvenes varones han tenido que incorporarse a la vida laboral para apoyar al gasto familiar, abandonando su proceso educativo.
- Alumnos tuvieron que modificar su actividad académica debido a que en su hogar hubo uno o más familiares enfermos de COVID-19.
Datos de la OIT evidencian que un 9% de los jóvenes podría abandonar definitivamente sus estudios.
El INEGI señala que de los 33.6 millones de estudiantes en el ciclo 2019-2020, 738.4 mil no concluyeron el ciclo escolar. A ello se suman los 5.2 millones de personas que se encuentran entre los 3 y 29 años de edad que no están escolarizados en ningún nivel educativo.
La variante Delta es doblemente más transmisible que el virus original, está atacando más a los jóvenes y a los niños por ser población no vacunada y estar expuestos a una mayor movilidad.
De tal forma que para que el eventual regreso a clases sea seguro, compartimos la exigencia de implementar protocolos como:
- Uso obligatorio de cubrebocas.
- Garantizar condiciones de distancia social y de ventilación permanente en los espacios de la escuela.
- Instalaciones hidráulicas funcionales que permitan el lavado frecuente de manos.
Entre otras recomendaciones complementarias:
- Buscar traslados seguros de los estudiantes de su casa a la escuela (se calcula que este es el tramo de más riesgo por el uso de transporte público).
- Contar con el profesorado vacunado y capacitado.
- Tener dispositivos y materiales para sanitizar.
- Uso escalonado de los espacios comunes para evitar aglomeraciones. Contar con equipos para medir el CO2 en las aulas y evitar así la concentración de aire contaminado, especialmente en entidades con temperaturas extremas que requieren aulas cerradas.
- Continuar con el modelo híbrido de trabajo y crear un programa para la atención de estudiantes vulnerables.
- Contar con un protocolo de detección de casos COVID-19 y para la aplicación de pruebas aleatorias.
- Llevar a cabo el rastreo de contactos en combinación con la cuarentena y el aislamiento en casos positivos.
- Amplia difusión de los protocolos a toda la comunidad educativa.
Debe ser voluntario, gradual y con margen para la auto-gestión. Escuelas con presupuesto suficiente y equipado. Claro, esto implica la intervención del Gobierno en los tres niveles de Gobierno.
Nuestro llamado es para que los menores de edad también deben ser contemplados en el Plan Nacional de Vacunación. Por las razones comentadas con antelación y gracias a los estudios médicos recientes se confirma la necesidad de vacunar a los menores de edad contra el COVID19. Países como Argentina, Chile, Uruguay, Colombia y Perú ya comenzaron a hacerlo a los menores de entre 12 y 17 años.
Sin lugar a dudas deseamos el bienestar de las y los niños, de los jóvenes, de los padres de familia y de los docentes. Creemos que el regreso a clases es posible siempre y cuando se cuente con las condiciones para que sea seguro.
La vacunación es actualmente la principal estrategia de prevención de salud pública para combatir la pandemia del COVID-19, pero es indispensable que se contemple a los menores de edad y que no se abandone o subestime la implementación de medidas complementarias para reducir la propagación del virus. Si queremos que el retorno a las aulas sea exitoso debemos poner a la salud por delante y garantizar las condiciones para que todos tengamos confianza.
Con respecto a la Actividad Económica, en días pasados fue del interés público las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en donde colocan a Quintana Roo como la entidad donde más creció la pobreza, pues de tener 30.2% personas en esta situación en 2018, pasó a 47.5%, para el 2020. A nivel nacional el porcentaje de la población en situación de pobreza pasó de 41.9% a 43.9%, entre 2018 y 2020.
De acuerdo con el reporte Medición de la Pobreza 2020, en el Estado incrementó la población en pobreza extrema pues pasó de 3.8% a 10.6%. Sabemos que esto es un dato fuerte y nos preocupa, desde el sector privado hemos sido determinantes en hacer notar el impacto de la pandemia en el sector turístico, que si bien es cierto, va recuperándose en la zona norte del estado, la realidad es que hay mucha afectación.
En el CCME sabemos que hay sectores que han sido más afectados que otros por la pandemia. Por eso queremos llamar la atención sobre sus necesidades y las acciones que podemos tomar en conjunto autoridades y empresas- para salir adelante en favor de las miles de familias que dependen del Turismo.
Es necesario analizar el impacto económico de la pandemia en el sector turístico: De acuerdo con datos del INEGI, el PIB turístico registró una caída del (-) 26.9% durante el cuarto trimestre del 2020 con respecto al mismo trimestre del 2019 y el consumo turístico interior una caída del (-) 27.3% durante el mismo periodo, con una disminución estimada de 160 mil millones de pesos. Por su parte, la actividad económica de los hoteles y restaurantes al primer trimestre 2021 reportó una contracción del (-) 33.5% con respecto al mismo trimestre del año anterior, siendo el sector que reporta la segunda mayor caída (después de los servicios de esparcimiento culturales, deportivos y recreativos).
Con estos datos, tanto el Consejo Nacional de Empresas Turísticas (CNET) como el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac estiman que el sector en México tendrá una recuperación del 42.3% en 2022, una similar para el 2023 y un 7.7% después de 2024, por lo que podría anticiparse que, de no actuar, el horizonte de recuperación podría prolongarse.
El escenario de recuperación para este 2021 está marcado por la incertidumbre, ya que aunque han disminuido en general las restricciones de viaje y la mayor parte de los operadores y prestadores de servicios han impulsado campañas de promoción y atractivos descuentos para atraer a los visitantes, tanto nacionales como extranjeros, aún existe poca movilidad entre los viajeros. La tercera ola de contagios y la aparición de la variante Delta del COVID-19 han complicado aún más la situación. Hoy, domina la incertidumbre.
Quintana Roo cuenta con un enorme potencial en materia turística que al día de hoy ha sido desaprovechado y desatendido por las autoridades, ya que su oferta podría garantizar a los viajeros: destinos seguros y actividades orientadas a desarrollarse al aire libre y espacios abiertos aprovechando al máximo los diversos atractivos naturales, culturales y gastronómicos con los que contamos.
La oportunidad que puede aprovecharse: Nuestro Estado podría reposicionarse en pocos meses como un gran destino turístico internacional, pero eso requiere dar un golpe de timón en la gestión de la pandemia, acelerar el proceso de vacunación con las millones de dosis de vacunas que han arribado al país y no han sido aplicadas, fortaleciendo los protocolos de trazabilidad de contagios para contener y evitar su propagación, y actuar con responsabilidad, no desestimando el peligro de una nueva ola de contagios. Sí eso ocurriera, se generaría enorme esperanza en el sector de cara al periodo vacacional que recién comienza y al periodo vacacional de fin de año.
Es lamentable, pero el gobierno federal ha dejado en el abandono y a su suerte al sector turístico pese a su importancia para la economía de México, representando el tercer flujo de ingreso de divisas al país, y su aporte de casi el 9% del PIB Nacional. Son urgentes incentivos fiscales, apoyos directos y promoción turística de México en el exterior.
Por otra parte, el turismo es uno de los sectores más incluyentes dentro de la economía, pues brinda acceso a mujeres y jóvenes para integrarse a la fuerza laboral, permitiéndoles que adquieran experiencia y habilidades que les brinden la oportunidad de escalar por la cadena de valor y acceder a mejores condiciones salariales. Asimismo, el sector turístico también promueve el crecimiento de las PyMES y de una muy extensa e importante cadena de valor. Estos segmentos han sido justamente los más afectados por la pandemia, por lo que poner énfasis en el sector posibilitaría la recuperación con inclusión.
Asimismo debe revertirse el deterioro por los drásticos recortes en el Presupuesto de Egresos de la Federación, como el 45% para el ejercicio 2020, y la eliminación del “Programa de pueblos mágicos” o del Consejo de Promoción Turística (CPTM), entidad responsable de la difusión de nuestro país a nivel nacional e internacional. Hace falta la inversión pública en infraestructura turística, conectividad e innovación tecnológica para elevar nuestra competitividad frente a los principales destinos a nivel mundial y, en específico, frente a América Latina.
Nuestro llamado es las autoridades de los tres órdenes de gobierno, a identificar la relevancia del sector turístico y el enorme impacto que este tiene en los ingresos de las familias.
Hay que recordar que deben recuperarse empleos perdidos, empresas estancadas o desaparecidas; esto solo será posible con sensibilidad, con visión estratégica, poniendo énfasis en las entidades más afectadas, orientando políticas hacia las MiPyMEs, asignando presupuesto suficiente en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, garantizando la seguridad de los visitantes, y retomando políticas públicas exitosas; pero lo más importante, poniendo por delante la salud y seguridad de las y los trabajadores del sector y de los visitantes. Reactivar la economía de Quintana Roo es necesariamente sinónimo de reactivar al sector turístico.
Estos temas me llevan al tercer bloque de esta rueda de prensa: Servidores Públicos y la Política que merecemos las y los Quintanarroenses.
En la pasada jornada electoral, las y los quintanarroenses tomamos una decisión, pero no basta con el simple hecho de haber ido a votar (Considerando que una vez más ganó el abstencionismo), sin embargo hoy tenemos servidores públicos electos que en los siguientes días están tomando las riendas de los 11 ayuntamientos y de las Diputaciones Federales que le corresponden a nuestro Estado, aunado a los que aún se encuentran en funciones como las senadurías y Gobierno Estatal.
A todas y todos, hacemos un enérgico llamado a ponderar el bien común de Quintana Roo. Está más que claro que debemos romper el círculo vicioso de los procesos electorales y de los costos políticos, hoy nuestro Estado necesita decisiones fuertes, con carácter y determinación que deben alejarse de los intereses partidistas o de los intereses gremiales o de cúpula.
Es urgente y necesario que las autoridades y la Sociedad Civil trabajemos por un proyecto de largo plazo, con visión a futuro y que sea por y para el beneficio de las familias quintanarroenses.
Aún hay muchas cosas por hacer y el trabajo es mucho, las manos eficientes pocas. Pero si no actuamos ahora, quizás en unos años más estaremos pagando las consecuencias. Vienen procesos electorales, claro; pero lo primero es trabajar y cumplir con el mandato que se les ha otorgado.
Sepan que el CCME es un organismo que está comprometido y sumado a colaborar con los tres órdenes de gobierno para mejorar la calidad de vida de los Quintanarroenses, por lo tanto seremos vigilantes de las gestiones. Observaremos y buscaremos en todo momento estar cerca de las decisiones, hoy requerimos hacer equipo NO HAY MÁS QUE TRABAJAR en sintonía.
Por eso celebro que existan acercamientos con servidores públicos electos, quienes han propiciado espacios abiertos al diálogo y a la co-creación de políticas públicas; confiamos en que su buena voluntad se traduzcan en grandes acciones que estén por encima de las expectativas dadas.
Para el CCME será importante que nuestros amigos de los medios de comunicación estén pendientes de nuestras actividades y que nos ayuden a dar seguimiento a estas mesas de trabajo entre sociedad y gobierno.