Chetumal, Quintana Roo, viernes 06 de agosto del 2021, poderycritica.- Las y los presidentes municipales de Quintana Roo que entregarán el cargo el próximo 30 de septiembre, están obligados por ley a dejar en orden las finanzas públicas, los recursos humanos y los recursos materiales; o sea, todo lo que compraron o realizaron a nombre del Ayuntamiento, debe estar en el inventario general que le entregarán a su respectivo sucesor/a.
Si bien es cierto que la ciudadanía tiene plena confianza en sus autoridades municipales, es necesario verificar que los recursos financieros que tienen encomendados se hayan utilizado con eficiencia, eficacia, transparencia y honestidad; ocupados en la atención de obras y servicios verdaderamente necesarios y no en algún gusto, capricho u ocurrencia de la o el Presidente Municipal, el Cabildo o de algún funcionario del Ayuntamiento.
Que los recursos se hayan ejercido con estricto apego al marco normativo, para que quienes los administran no tengan problemas en el futuro.
Pero no es suficiente la buena fe, como cuando la palabra era ley; ahora las y los presidentes municipales entrantes tendrán que realizar auditorías en las áreas correspondientes, para conocer cómo reciben el Ayuntamiento, las condiciones que guarda la administración pública municipal y de ahí iniciar con el nuevo proyecto de gobierno.
Es innegable que de la forma en que los Ayuntamientos administren los recursos financieros, humanos y materiales a su cargo va a depender que se cumplan o no las expectativas que la población tiene; es en esas expectativas (promesas de campaña) donde las nuevas autoridades municipales deben centrar su atención para saber si sus antecesores cumplieron o no con la esperanza de la población.
No hay que “descubrir el hilo negro”, simplemente los que auditen deben de apegarse a lo que marca la ley en el artículo 115 Constitucional, “Los municipios tendrán a su cargo la prestación, explotación, administración y conservación de los servicios públicos municipales, considerándose enunciativa y no limitativamente, los siguientes: agua potable, alcantarillado, saneamiento y aguas residuales; alumbrado público; limpia y disposición de desechos; mercados y centrales de abasto; panteones; rastro; calles, parques, jardines, áreas verdes y recreativas; Seguridad Pública y tránsito; embellecimiento y conservación de los poblados, centros urbanos y obras de interés social…”.
La pregunta clave es, ¿cumplieron las y los presidentes municipales salientes con este mandato constitucional? Si la respuesta es no, pues gastaron el presupuesto público de acuerdo a su opinión y los perjudicados son los ciudadanos.
Esto es lo que deben de tener en cuenta las y los presidentes entrantes, si quieren hacer auditorías, pues ahí tienen la guía donde pueden encontrar la verdadera aplicación de los recursos públicos, que son del pueblo.
El presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO) de la XVI Legislatura, Gustavo Miranda García firmó un convenio de colaboración con el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República y el Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), con el cual iniciaron las actividades de profesionalización legislativa para congresos locales.
El objetivo de este convenio es establecer las bases de colaboración, para que el INAP y el IBD lleven a cabo de manera conjunta actividades de investigación, consultoría y asistencia técnica.
En el evento realizado en el salón de sesiones del Senado de la República, Gustavo Miranda García aseguró que el trabajo coordinado entre ambos institutos representa una invaluable oportunidad de poner al alcance de los trabajadores del Poder Legislativo del Estado de Quintana Roo, las enseñanzas y lecciones de dos instituciones referentes en sus respectivas áreas no solo en México, sino en América Latina.
El convenio será el marco para realizar las diversas acciones tales como proyectos de investigación científica, eventos académicos y de difusión, formación, capacitación y actualización de recursos humanos a nivel técnico profesional y de posgrados.
Caminos del Mayab
Por Martín G. Iglesias