Mèxico, 2 Diciembre; poderycritica.- Un total de tres personas detenidas y presentadas ante el Ministerio Público, así como daños a siete sucursales bancarias y cuatro establecimientos comerciales en Paseo de la Reforma, fue el saldo de la marcha y mitin convocado por diferentes organizaciones sociales y sindicales.
El Gobierno de la Ciudad de México informó que en la movilización participaron aproximadamente siete mil personas, y se desarrolló de manera pacífica a lo largo del recorrido de la Plaza de la Constitución a la Columna del Ángel de la Independencia.
Sin embargo, nuevamente al término del acto político en apoyo a los 43 normalistas de Ayotzinapa, y cuando los contingentes iniciaban la retirada, un pequeño grupo de embozados comenzó a realizar actos vandálicos sobre establecimientos comerciales.
Minutos antes de las 20:00 horas, los agresores arremetieron contra una sucursal bancaria ubicada en la calle de Estocolmo, a la que lanzaron piedras y cohetones.
La gente comenzó a gritar: “déjenlos solos”, “aléjense” y “provocación”, mientras que nuevamente los agresores eran rodeados por fotógrafos y camarógrafos.
El grupo comenzó a avanzar sobre Paseo de la Reforma, arremetiendo contra las fachadas de bancos, cafeterías, restaurantes, hoteles y plazas comerciales.
Un primer grupo de aproximadamente 50 granaderos cubrieron el flanco sur de la vialidad, caminando junto con los encapuchados y el resto de los manifestantes que se retiraban.
Cuando los embozados se aproximaban a la plaza comercial Reforma 222, más granaderos caminaban por la acera norte de la vialidad, y de la calle de Niza se desprendió el grupo más numeroso de uniformados con equipo antimotines, lo que hizo correr a todos por igual.
El grupo de embozados corrió hacía la avenida Insurgentes y cruzó hacia el edificio del Senado de la República, lo que provocó que los uniformados corrieran hacia la calle Madrid, para posteriormente por París interceptar a los rijosos.
En esa esquina, París y Paseo de la Reforma, los uniformados encapsularon a un grupo de manifestantes, lo que provocó el único enfrentamiento del recorrido, entre los que querían salir del cerco y otro grupo que desde afuera gritaba a los uniformados: “déjenlos salir”.
En la refriega resultó lesionada Rosalinda Rojas Nieves, quien fue golpeada en la cabeza por granaderos, con un tubo y un tolete, según explicó la afectada, quien además no había asistido al acto político.
“Vine acá porque ando buscando trabajo, me corrieron del Colegio de Bachilleres por denunciar un fraude. Iba caminando con mis hijos y de pronto nos rodearon, la gente y los policías, y me empezaron a golpear”, narró Rojas Nieves.
En la trifulca, la mujer perdió a su hijo Rafael Yair, pero lo encontró en las inmediaciones del Metro Hidalgo.
Para romper el cerco policiaco, personal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) abrió la valla de granaderos y formaron una línea para comenzar a caminar hacia la estación del Metro Hidalgo con los manifestantes.
Apoyo a Ayotzinapa
La marcha y el mitin convocados por diferentes agrupaciones, en apoyo a los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, desaparecidos desde el 26 de septiembre, y en protesta por el segundo año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, se realizó sin contratiempos.
En el acto, el primer orador fue Clemente Rodríguez, padre de Cristián, uno de los normalistas desaparecidos, quien dijo que las familias de los estudiantes insistirán en la presentación con vida de los normalistas.
“No les van a cortar la ilusión de superarse, de estudiar, de ser alguien en la vida, tal vez su delito fue ser pobres. Pero yo voy a luchar por ver a mi hijo convertirse en un profesionista”, afirmó Rodríguez Moreno.
José Félix, habitante de Tecoanapa, Guerrero, afirmó que en este momento la sociedad mexicana se debe mantener unida, y no dejarse separar por cuestiones de política electoral.
“Es importante la unidad y que dejemos de grillar entre nosotros, que dejemos de criticarnos entre nosotros, el llamado es a esas madres de familia, a los padres de familia.
“Consideramos que el mismo dolor de las madres de Guerrero es el dolor de las madres de México, porque en todo el país padecemos lo mismo, lo mismo que pasó en Iguala, pasa en todos los lugares”, dijo Félix.
Toma de la ciudad
Humberto Montes de Oca, orador por parte del Sindicato Mexicano de Electricistas, convocó a una toma pacífica de la Ciudad de México para el próximo sábado 6 de diciembre, fecha en que se cumple un siglo de la entrada de los Ejércitos encabezados por Emiliano Zapata y Francisco Villa.
“Tenemos que organizar una reunión para tomar acuerdos y tomar de manera pacífica la ciudad en esa fecha tan conmemorativa, y que vean las autoridades que vamos a seguir con nuestras exigencias.
Atrapados en la furia
Entre los brazos de una estudiante de medicina del Instituto Politécnico Nacional, terminó Lizbeth Gutiérrez de 17 años de la Vocacional 9, después de recibir un macanazo en la cabeza por parte de los granaderos de la Ciudad de México.
Cuando parecía que la manifestación del 1 de diciembre por fin terminaría con saldo blanco y sería pacífica, pues los oradores ya se habían bajado del templete de la Columna del Ángel de la Independencia, y los miles de asistentes que exigían justicia para los 43 normalistas de Ayotzinapa se disipaban entre la avenida Reforma, muchos hasta con sus esquites en mano, como si fuera un paseo dominical, se desató la violencia.
Uno de los actos que rompió con la tranquilidad de la protesta fue el momento en que una célula de jóvenes encapuchados lanzaron un artefacto incendiario al centro comercial Reforma 222 y entre los transeúntes una joven en bicicleta sembró el terror, porque iba gritando: “Corran banda, ya valió madres, ya dieron la orden”.
Así que Lizbeth, su compañero del Politécnico, Mauricio Tinajero y cientos de manifestantes sin poder escapar de los disturbios, quedaron en medio del enfrentamiento entre granaderos que comenzaron a salir de las calles aledañas y de los encapuchados que lanzaba cohetes a los pies de cualquiera que se atravesara.
Lizbeth no pudo escapar y cayó por un golpe en la cabeza. Andrés Yoshimoto, de la brigada social Marabunta, atendió a tres lesionados. Decenas de observadores de la CNDH reagruparon a los manifestantes víctimas de los disturbios. Y algunos se fueron a refugiar en donde pudieron, como al Teatro El Milagro, que abrió sus puertas para proteger a los civiles.