El multimillonario estadounidense David Rockefeller murió este lunes a los 101 años en su residencia en las afueras de Nueva York.
Según indicó un vocero de la familia, murió mientras dormía.
Era el último nieto vivo de John D. Rockefeller, el fundador de la legendaria dinastía empresarial estadounidense, un hombre que se hizo rico en el negocio petrolero, en la banca y en muchas otras actividades.
Siguiendo la tradición de su abuelo, David Rockefeller fue un destacado líder empresarial desde su posición de gerente del banco Chase Manhattan, parcialmente de propiedad de su familia, así como un filántropo de clase mundial.
Y encarnó el poder de una familia que en todo el mundo se asoció con la riqueza.
Una leyenda originada en el petróleo
El origen de la fortuna familiar estuvo en el petróleo.
La gigantesca corporación petrolera conocida hoy en día como ExxonMobil es descendiente de Standard Oil, la legendaria empresa fundada por John David Rockefeller en 1870.
A finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20, los Rockefeller ocupaban un lugar destacado entre los industriales estadounidenses.
Hasta el punto que los gobiernos de entonces en Estados Unidos, preocupados por el inusitado poder que acumulaban, promovieron leyes para restringir el poderío de sus empresas.
Standard Oil le dio paso a la Exxon Mobil. Y en la segunda mitad del siglo XX, la fortuna de los Rockefeller se diversificó a otros campos como el financiero, en el que se movió eventualmente David.