Tabasco, 25 octubre; poderycritica.-Las manos ásperas de don José son prueba de su vida en el campo; su esposa Elsy López Morales se ha dedicado a las labores del hogar y acostumbra echar al comal totoposte para vender. Ellos llevan juntos diez años. Se conocieron siendo vecinos en la Sección Avispero del municipio de Emiliano Zapata.
Con esas manos don José le construyó a Elsy su primera casa, hecha de madera, con cimientos no tan firmes como su decisión de estar juntos. Los años llegaban y con ellos los niños, uno tras otro hasta ser una familia de seis miembros. “Arrinconaditos como pollitos, pero ahí vivíamos todos”, comenta apenada la señora.
Juntos habitaron una casa en la que, cuando llovía, el agua brotaba por sus pies, y los rayos de sol les quemaba la piel por el espacio que dejaba una tabla gastada por el tiempo, en época de calor. Eso era lo que había, lo que sus oficios les permitían.
Hasta que el tiempo útil de su vivienda expiró. Ahí acabó su primera vida. La segunda comenzó al recibir su Casa Amiga del Gobierno del Estado. “Estoy orgullosa de mi nueva casa, el legado que dejaré a mis hijos”, expresó la zapatense.
Ella es parte de los 55 beneficiarios directos que recibieron su certificado de propiedad, durante la gira que el Gobernador Arturo Núñez realizó por Emiliano Zapata.
¿VA A LLEVAR POZOL?
Cada mañana, montada en su bicicleta, Laura Sarao Acosta rueda con una gorra y una sonrisa puesta. Ella sale a vender pozol para mantener a su par de hijos. Sus 25 años de edad le permiten andar de dos a tres horas diarias por las calles del poblado Gregorio Méndez, conocido como Pénjamo.
Sus clientas ya la conocen y saben que el kilo está a once pesos; ella jamás regresa con producto quedado de retorno a su casa. Vive con su madre y así puede mantener a sus criaturas que ahora cursan el kínder.
Una de las calles por las que transita es la Manuel Ávila Camacho. Meses atrás pasaba entre hoyos, lodo y charcos; no había banqueta. Aun así andaba sin parar, no se rendía. Sus zapatos luchaban cada jornada contra las inclemencias del camino.
Aquello quedará en su recuerdo, ya que ahora fue inaugurada la pavimentación asfáltica de esta comunidad y del poblado Chacama. “Vine como senador a Pénjamo, vine como candidato, y ahora como gobernador a entregar obras”, expuso a pobladores el Gobernador Núñez.
De igual forma, estudiantes de la Universidad Tecnológica del Usumacinta, le dieron la bienvenida y agradecieron la cancha techada de usos múltiples; “arriba la UTU”, devolvió el saludo el mandatario.
Al igual que Laura Sarao, en la mirada de los universitarios se aprecia la satisfacción por las vialidades renovadas, luminarias y banquetas, que han permitido mayor accesibilidad para el transporte público y que a quienes van a pie les duran más los zapatos.
Alegre, la humilde comerciante se desliza en su bicicleta por las nuevas calles y pregunta “¿va a llevar pozol?”.
LOS NÚMEROS Y LETRAS SE APRENDEN MEJOR
El ventilador giraba a una velocidad en la que era fácil distinguir sus tres aspas; no lograba calmar el sofoco de un grupo de treinta alumnos. Los niños de la primaria Juana Lara Palacios salían al recreo y regresaban sin aliento. “Los números no entraban con la gota de sudor resbalando”, dice María José Caraveo.
“Majo” cursa el tercer año y sueña con ser veterinaria. Su materia favorita es español. Además del calor, también vio la dificultad con la que un niño del quinto año trata de ingresar a su salón porque no existían rampas.
Al igual que ella, sus compañeros se reúnen en las canchas, contentos, pues están a punto de ver por primera vez a un gobernador en su escuela. Algunos sólo lo habían visto por televisión.
Este plantel fue sede de la inauguración de obras de infraestructura en 11 centros educativos de Emiliano Zapata. Ahora la escuela cuenta con salones remodelados listos para el aprendizaje. Y no sólo eso, también tienen rampas para discapacitados.
Ahora ingresar a la escuela no es una tarea más, y regresar del recreo significará que las letras y números se aprendan mejor, además que ya no será un problema el calor.
EL AGUA DA VIDA
Elva Trinidad Gutiérrez Campos padecía por escasez de agua en su vivienda; no podía bañarse a diario ni lavar sus trastes. El vital líquido le hacía falta al igual que a sus tres hijos. Así como a ella, a 20 mil habitantes más les afectaba este problema.
Ante este problema colectivo de los habitantes de Emiliano Zapata, el gobierno estatal se ocupó de dar mantenimiento integral de la planta potabilizadora, incluyendo su zona de captación y cisterna.
“Gracias por darnos el vital líquido, símbolo de vida, que da mejor calidad de vida a mi familia”, expresó doña Elva.