En repetidas ocasiones, un servidor ha puesto especial énfasis en la importancia que reviste el incorporar nuevas tecnologías en los diversos sectores de la economía estatal y nacional, todo esto con la finalidad de disminuir tiempos, costos, de mejorar la calidad e incrementar la producción a un tiempo.
Es sin duda un proceso largo y en ocasiones riesgoso, ya que no todo lo que brilla es oro, pero que de manera sostenida se ha ido cumpliendo y ha venido cumpliendo sus objetivos.
También es de suma importancia el no poner todos los huevos en una sola canasta, ya cometimos ese error al fincar la economía estatal en el oro negro con los desastrosos resultados de las últimas fechas.
Hoy aparece en el estado una nueva opción ante los altos precios de las gasolinas, los bio combustibles.
Sin duda será un boom en el estado, no solo por el precio que ya es importante en cuestiones de ahorro, también en materia ambiental representa una opción más limpia para el motor de nuestros vehículos y de menor impacto contaminante en tiempos del calentamiento global.
Supone también una gran derrama económica y generación de empleos.
Esto es una excelente noticia, pero ¿Qué demonios están esperando los empresarios tabasqueños para apostar a las energías limpias? ¿Dónde están las empresas locales para entrarle al tema de los paneles solares? ¿De generación de energía eléctrica a partir de los desechos orgánicos?
La creación de rellenos sanitarios debería ser un punto neurálgico en la agenda nacional, estatal y municipal, toda vez que resuelve numerosos problemas de un solo tajo. Eliminaría focos de infección como son los basureros al aire libre, generaría energía eléctrica, recursos propios para las entidades, empleos temporales y fijos, es decir, es un ganar, ganar, ganar.
Si a esto le abonamos que contribuimos a disminuir la emisión de gas metano, con el consabido efecto invernadero, causante principal del calentamiento global, estamos hablando de un círculo virtuoso que valdría la pena replicar.
Tabasco tiene todas las facilidades para convertirse en la punta de lanza, empezando por una visión de futuro en sus autoridades, es hora de aprovechar esas coyunturas y desarrollar un plan de negocios que permita el crecimiento de las energías limpias y detone el empleo y cambie la percepción de la ciudadanía.
Por lo pronto, vamos en el camino correcto con el etanol y el correcto aprovechamiento de los recursos del campo.
Revista edición impresa año 8 #135
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