Caracas, 25 octubre; poderycritica.-La especialista en nutrición Susana Rafalli advirtió hoy que semanalmente mueren entre cinco y seis niños en Venezuela a causa de la desnutrición, en una situación que calificó como emergencia humanitaria. La representante de la organización humanitaria de la Iglesia católica, Cáritas, señaló que el gobierno debe atender la emergencia provocadas por la escasez de alimentos y el galopante aumento de los precios de bienes de consumo que ha generado una inflación que en 2017 superará el mil por ciento, según estimaciones independientes. Dijo que el informe de 2016 de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) encendió las alarmas al reportar un deterioro y admitir que en Venezuela no hay suficientes alimentos para los casi 30 millones de habitantes. Indicó que la FAO reportó que en Venezuela había un millón 800 mil personas subnutridas, lo que se ha agravado en el último año. Rafalli mencionó que la crisis en alimentación comenzó hace cinco años y que ha avanzado hasta provocar un estimado de cinco a seis niños que mueren por desnutrición a la semana. Apuntó que estas cifras son independientes, aportadas por especialistas, ya que el gobierno oculta los números oficiales. “El Estado no puede (atender la emergencia). De cada cien niños casi 70 tienen algún déficit nutricional. De esos, el 15 por ciento tiene una situación grave, la proyección indica que pueden ser de alrededor de 280 mil personas”, expresó en una reunión con corresponsales extranjeros. El efecto más notable del déficit es que los niños no crecen. “El 33 por ciento de niños menores de cinco años que ve Cáritas tienen déficit de talla y eso los condena para toda la vida”, dijo. “Entre cinco y seis niños mueren por desnutrición a la semana. El número de desnutridos se duplicó entre 2016 y 2017 en los barrios más vulnerables y más pobres”, externó. Manifestó que existen agravantes para esta situación como la crisis en el sistema de salud, la violencia social, la escasez de alimentos y la inflación que afecta los precios de los bienes de consumo. “No hay forma de que en el país se sostenga una crisis de salud y una crisis alimentaria a la vez. La desnutrición representa un factor agravante para la crisis de salud”, destacó. Según sus estimaciones, unos 4.5 millones de personas comen una vez al día y a veces cada dos días. El 80 por ciento de la población solo come dos veces al día. Rafalli dijo que la recuperación del grado de nutrición de la población va acompañado por un incremento de la actividad económica, lo que agrava la situación, pues Venezuela enfrenta una contracción con un retroceso del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos cinco años. “Una emergencia humanitaria empeora la situación, aunque el gobierno lo niegue”, aseveró. En el encuentro, Rafalli estuvo acompañada por el médico infectólogo Julio Castro, encargado de la Encuesta Nacional de Hospitales y miembro de “Médicos por la Salud”, organización creada en 2014. En la evaluación de la situación sanitaria y de aumento de enfermedades alertó que han ocurrido epidemias que el gobierno no las reconoce al ocultar las cifras oficiales. Sin embargo, dijo que han ocurrido epidemias de sarampión y difteria y que la malaria avanza de forma preocupante desde zonas remotas del sur del país. Señaló que la mortalidad materna entre 2006 y 2016 presenta un incremento interanual de 10 por ciento, pero en el último año se disparó un 65 por ciento debido al hambre y a la falta de medicinas y atención médica. Además, la mortalidad infantil ha crecido en un 25 por ciento cada año debido principalmente a la desnutrición, según el último informe del Ministerio de Salud, de 2015. Castro destacó que en Venezuela el déficit de medicamentos básicos como las vacunas, antibióticos y antivirales supera el 98 por ciento.