Georgina Trujillo Zentella, se dice lista para ser la primera mujer gobernadora del estado de Tabasco. “Me veo como la candidata de mi partido y me siento lista para gobernar”.
En cordial plática con la mesa Amigos y Comunicadores de Tabasco, la diputada federal por el PRI, respondió claro, sin tapujos ni rodeos a todas las preguntas que los representantes de los medios le formularon.
En las “señales políticas” que percibe y en su interpretación que pueden o no ser correctas, sostiene su optimismo de que, con el universo alineado, obtenga la nominación.
Lee, siente, es que es su “momento” para ser la candidata en el 2018, que se ha preparado a lo largo de más de 25 años para ser gobernadora de Tabasco y que está haciendo lo propio para lograrlo.
Resaltó que en este momento es la mejor posicionada para competir y recuperar la gubernatura del estado, en ese sentido, aclaró que toda aspiración es legítima, sin embargo, el postularse para una candidatura a sabiendas de que no cuenta con el capital político su-
ficiente para resultar electo, es un acto de mezquindad. “Esas son mezquindades, son mezquinos y eso no debería de ser en estos tiempos, máxime que hasta diciembre, Nacho Lastra me saludaba y me presentaba ante todos como la futura gobernadora de Tabasco y ahora me sale con que quiere ser gobernador.”
“Que mejor digan que es lo que quieren o hasta donde les alcanza, Ady García quiere ser gobernadora, pero no le alcanzan sus fuerzas políticas”
Señaló que le preocupa que Ady García al final decida salir de las filas del PRI, porque es un buen elemento. Se dijo lista para sentarse a negociar con Jesús Alí de la Torre y con todos aquellos que han expresado su deseo de contender por la candidatura.
“Tenemos que hacer un esfuerzo de conciliación y de acuerdo; la política es eso: el arte de ponernos de acuerdo y poder hacer negociaciones; tiene que haber un réferi, que tendría que ser el Comité Ejecutivo Estatal y Nacional del PRI en la figura de un delegado”
Antes, claro, la diputada Georgina Trujillo Zentella considera que para su postulación y ganar eventualmente la gubernatura en la elección del 2018, -“que no será un día de campo”-, se requieren dos cosas que son por demás esenciales: primero, la obligada renovación total en la dirigencia estatal, las municipales; sectores y organizaciones; comités seccionales, y segundo, el acuerdo, “el reparto democrático de las posiciones”, con los grupos, sean madracistas, andradistas, granieristas o chuchistas que destaca deben tener una representación en las candidaturas.
Finalizó diciendo: “Mi trayectoria me avala, tengo más de 25 años de experiencia en el servicio público, supe gobernar el Centro y no tengo señalamientos por corrupción, porque no soy corrupta.”